Acusada de traicionar a Putin: Rusia señala a la atleta Yelena Isinbáyeva

Yelena Isinbáyeva es una parte importantísima de la historia del deporte ruso y del mundo entero, ya que consiguió dos oros olímpicos en salto con pértiga para su país y sigue manteniendo el récord del mundo en esta disciplina. Sin embargo, en la actualidad parece haber perdido el apoyo de sus compatriotas.

Ganadora del premio Laureus Sportswoman del año en 2007 y 2009, su increíble carrera deportiva se unió a una prolífica actividad fuera de la pista de atletismo, especialmente, en política.

Siendo una de las deportistas más representativas de Rusia, fue miembro del grupo de trabajo que propició, entre otras cosas, la modificación de la Constitución rusa que ha permitido que Putin se pueda quedar en el poder hasta el 2036.

El 16 de mayo de 2015, Isinbáyeva recibió el rango de Mayor del ejército ruso por parte del ministro de Defensa, Seguéi Shoigú, que al año siguiente le otorgó también una medalla "por el fortalecimiento de la comunidad militar" tras la visita de la deportista a la base aérea de Khmeinim en Siria.

En 2017, Yelena Isinbáyeva formó parte del 'Putin Team' junto a otras personalidades del país (deportistas, músicos, actores y activistas) en apoyo a la campaña presidencial de Vladímir Putin de 2018, algo que se repitió también en 2020.

Pero por si su gran popularidad y su cercanía con el gobierno ruso no fueran suficientes, al comienzo de la invasión de Ucrania, la deportista no dudo en apoyar la operación rusa, un apoyo que fue sancionado por Zelenski y que tuvo como resultado su veto en el país.

De hecho, el 27 de febrero de 2023, a Yelena Isinbáyeva se le prohibió la entrada en el país durante 50 años y todas sus propiedades fueron confiscadas. Junto a ella fueron sancionados otros tres deportistas: Shamil Tarpischev (extenista), Alexander Popov (exnadador) y Vitaly Smirnov (exjugador de waterpolo).

Hoy día, Yelena Isinbáyeva ha abandonado Rusia y se ha mudado a España, eligiendo Canarias como su nuevo lugar de residencia, en el que empezar una nueva vida junto a su marido, Nikita Petinov, y sus dos hijos.

Fue el periódico español El Digital Sur el que dio la exclusiva, incluyendo fotos y datos que confirmaban la presencia de la exdeportista en Arona, un municipio de la isla canaria de Tenerife de poco más de 40.000 habitantes.

Además, El Digital Sur informó de que "la zarina de la pértiga" sería la titular de diferentes propiedades en la isla española, entre las que destaca "una lujosa casa en El Palm-Mar, un complejo residencial exclusivo en el municipio de Arona".

Según los medios locales, se trata de una propiedad de casi 200 metros cuadrados, "un dúplex de alto nivel", en el que Yelena Isinbáyeva disfruta de su vida familiar. Y no sería la única propiedad adquirida por la atleta rusa en la isla española.

El Digital Sur confirmó que además los dos hijos de Yelena Isinbáyeva han sido inscritos en una escuela en el sur de Tenerife, otro factor que confirma la residencia de la familia en España.

Pero, además del cambio de residencia, en julio de 2023 la atleta hizo un anuncio que la puso en el foco de atención, y no para bien, de la opinión pública rusa.

De hecho, en julio, Yelena Isinbáyeva anunció que desde septiembre volvería a formar parte de la comisión de atletas del Comité Olímpico Internacional en el mismo puesto que había ocupado con anterioridad y del que había sido suspendida, después de que se realizara una investigación sobre su relación con las fuerzas armadas rusas que ha concluido a su favor.

Anticipándose a la polémica, Isinbáyeva lanzó un post en Instagram después de meses de silencio: "Los títulos tiene carácter nominativo ya que ni estoy ni he estado nunca en las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa".

Imagen: Instagram @isinbaevayelena

La reacción del ministro de Deportes ruso, Oleg Matystin, fue vehemente, según ha podido compartir la agencia de noticias rusa TASS: "Mi opinión es absolutamente inequívoca. Es inaceptable valorar de esta manera el rango militar, la posición civil y los eventos en curso de su país natal", y añadió que "cualquier persona que ame su país reaccionaría, sin lugar a dudas, de manera negativa sobre dichas declaraciones".

En el post sobre su anuncio en Instagram, escrito en español, la excampeona olímpica rusa fue muy clara: "Yo soy ciudadana del mundo, siempre lo he sido y lo seguiré siendo". Los comentarios, sobre todos los escritos en ruso, no fueron precisamente todos de apoyo.

La atleta de la que todo el mundo habla