Paige Spiranac: mucho más que una estrella del golf
Hablamos de quien fue la estrella femenina del golf más famosa del mundo aunque lleva sin jugar en competición desde 2016. Del deporte ha dado el salto al glamour de las alfombras rojas y la vida de influencer.
Porque millones de seguidores en Instagram hacen de Paige Spiranac todo un ídolo de las redes sociales.
Y luego está el hecho de que la revista Maxim la eligiera como la mujer más deseada de 2022. Pero ¿cuál es la verdadera historia de Paige Spiranac?
Todo comienza en marzo de 1993, cuando Paige Spiranac nace en una familia de deportistas. Su padre fue jugador de los Pittsburgh Panthers en el fútbol universitario, mientras que su madre era bailarina de ballet profesional.
No quedaba ahí la cosa, pues su hermana mayor, Lexie, fue a Stanford gracias a una beca de atletismo, mientras que su tía, Bonnie Gadusek, era tenista profesional. Estaba claro que el deporte iba a ser importante en la vida de Paige Spiranac. Y lo fue.
Tal y como relató en una entrevista a Maxim, su primera elección fue la gimnasia, pero una doble lesión de rodilla (se fracturó la rótula en dos ocasiones) la obligó a abandonar su sueño de ser olímpica a los 12 años. Un sueño que era más que plausible pues se contaba entre las mejores gimnastas de su generación.
Tampoco ayudó demasiado el entorno que encontró en la gimnasia. Según contó a Maxim, que sufrió bullying de sus compañeras: "Las niñas me intimidaban, escupían en mi bebida. Recuerdo que traje tarta para mi cumpleaños y todas la tiraron delante de mí"
Tras la gimnasia, probó con el tenis de la mano de su tía Bonnie Gadusek, quien llegó a ser número 10 de la Lista WTA en 1985, pero dos semanas le bastaron para darse cuenta que no era lo suyo.
Un día, casi sin querer, Paige Spiranac se fue con su padre al campo de golf . "Me enamoré al instante", reconoce. Ese día, la vida de Paige Spiranac cambió para siempre.
En poco tiempo, la joven se coló entre las 20 mejores golfistas juveniles del mundo y obtuvo una beca de golf en la Universidad de Arizona. Pero ese periodo no fue tan bueno como esperaba.
"Tuve mejor carrera de golf que universitaria. No estuve a la altura de las expectativas que tenía yo misma ni las que tenían mis entrenadores. Tenía físico, tenía talento pero a nivel mental no tuve tiempo para desarrollarme antes de pasar a otro nivel" detalló en la entrevista a Maxim.
Paige Spiranac se cambió a la Universidad Estatal de San Diego para terminar su carrera y estuvo a punto de abandonar el golf pero en ese que iba a ser su último año como golfista las cosas fueron deportivamente extraordinarias.
En 2015, una victoria en el Match Play de la Asociación de Golf de Colorado, donde acabó con nueve bajo par, la situaron en el mapa y Dan Regester, redactor de Total Frat Move, le escribió una carta de amor que se viralizó.
"Ahí comenzó mi carrera", recuerda. "Pasé de 500 a 100.000 seguidores en Instagram de la noche a la mañana. Mi vida cambió por completo en un abrir y cerrar de ojos". En la foto, junto a Justin Timberlake.
Y vaya si cambió. A Paige Spiranac comenzaron a lloverle ofertas de patrocinio, campañas y atención mediática. La joven, a sus 22 años, abrazó la nueva vía que el golf le había proporcionado.
Ese mismo año, Paige Spiranac sería invitada a su primer torneo profesional: Ladies European Tour de Dubai, donde no le fue demasiado bien. De hecho, desde 2016, no ha vuelto a competir, aunque nunca se ha retirado de forma oficial.
Pero, a pesar de no competir, Paige Spiranac es todo un icono del golf mundial femenino y la cantidad de patrocinios que acumula desde entonces son la prueba fehaciente. Desde Club Champion (fabricación de palos a medida), a X-Golf (simulador de golf), pasando por Shot Scope (app de seguimiento de golpes) o Dynamic Brands, matriz de varias marcas de ropa deportiva premium.
(Foto: Instagram Oficial Paige Spiranac)
Por si fuera poco, tiene un exitoso podcast, 'Playing A Round with Paige Renee', donde habla de deporte en general, de golf en particular y de la vida en especial.
"Si me hubieran dicho en el último año de universidad que mi vida tomaría este rumbo, me habría reído. Nunca esperé nada de esto pero estoy muy agradecida de que sucediera", confiesa Paige Spiranac.
Y no se avergüenza de su faceta de influencer. "Soy capaz de amar lo que soy y lo que hago, a través de la creación de contenidos y de ser una influencer. Desearía haber jugado al golf a un nivel mayor, pero no cambiaría esto por nada del mundo", aseguró a 'Maxim'.