El partido más difícil de la estrella de la NBA Jrue Holiday
A pesar de todo el glamour y el dinero que los rodea, los jugadores de la NBA también son humanos y, desde luego, también sufren los reveses que da la vida. Un buen ejemplo de ello es la superestrella de los Boston Celtics Jrue Holiday, a quien le tocó jugar su ‘partido’ más difícil cuando su esposa sufrió un cáncer cerebral mientras estaba embarazada de su primer hijo.
Fue en septiembre de 2016 cuando el ‘All Star’ de 2013 con los Philadelphia 76ers anunció que, a su esposa, la ex jugadora profesional de fútbol estadounidense Lauren Cheney, le habían detectado un tumor cerebral.
A la terrible noticia de la enfermedad de la doble medallista olímpica con los Estados Unidos -En Pekín 2008 y Londres 2012-, se le sumaba algo más. Y es que Cheney se encontraba en ese momento embarazada de seis meses de su primer hijo con Jrue Holiday.
La estrella del baloncesto estadounidense no dudó en qué decisión tomar y, para sorpresa de sus aficionados y de su propio equipo de entonces, los New Orleans Pelicans, optó por aparcar sus obligaciones profesionales para estar al lado de Cheney y su futura hija.
Así, ese mes de septiembre, Holiday anunciaba que abandonaba indefinidamente el mundo del baloncesto para cuidar de ella tras la operación a la que tendría que someterse para eliminar el tumor de su cabeza.
"Mi familia está por delante del baloncesto. Tengo la bendición de practicar este deporte y estar en la posición en la que estoy, pero mi mujer es lo más importante del mundo para mí", afirmó Holiday en el momento de anunciar su inesperada retirada.
Los propios Pelicans mostraron todo su apoyo al jugador respetando la decisión tomada a través de un comunicado en el que su manager general, Dell Demps, dijo que “estamos todos rezando para un parto sin problemas y una operación exitosa para Lauren" mientras su entrenador, Alvin Gentry, añadía que "lo importante es que esté con su esposa".
El propio Holiday aprovechó su cuenta de Twitter para agradecerles a todos ellos su apoyo incondicional en esos difíciles momentos: “La gente necesita de otra gente. Gracias a todos vosotros por vuestras oraciones mientras atravesamos un momento difícil"
La pareja ya era consciente desde junio de la existencia del tumor, pero habían decidido esperar al nacimiento de su hija, que vino al mundo ese mes de septiembre de 2016 totalmente sana, para evitar que pudiera correr ningún peligro ante los importantes riesgos que acarreaba la operación.
Finalmente, Lauren Cheney fue intervenida con éxito de su tumor cerebral, tras lo cual le tocó afrontar un largo y lento periodo de recuperación en su casa de Carolina del Norte, donde estuvo acompañada en todo momento por Holiday.
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Tras dos meses de recuperación y de dejar atrás uno de los peores momentos de su vida, Jrue Holiday volvió a las canchas el 18 de noviembre de 2016 tras perderse 12 encuentros con los Pelicans, pero con la satisfacción de haber hecho lo correcto y de que tanto su esposa y su hijo habían salido adelante.
Lo que pudo ser un posible adiós al baloncesto, se convirtió finalmente en un regreso por la senda del éxito en la NBA, con varios contratos millonarios que lo colocaron entre los mejor pagados del torneo estadounidense, y un anillo de campeón con los Bucks. Pero hagamos un pequeño recorrido por su trayectoria…
Jrue Holiday (12 de junio de 1990) fue elegido en la decimoséptima posición del Draft de la NBA de 2009 por los Philadelphia 76ers tras un solo año con los Bruins de la Universidad de California (UCLA), en la que promedió 8,5 puntos, 3,8 rebotes y 3,7 asistencias por partido y fue incluido en el mejor quinteto de novatos de Pac-12 de la NCAA.
Con los Sixers, el base californiano jugaría cuatro temporadas, hasta la 2012-2013, convirtiéndose en su último año en el jugador más joven de la historia de la franquicia en convertirse en All-Star con 22 años.
Al final de aquella temporada 2012-2013, Holiday se convirtió también en el segundo jugador en la historia de los Philadelphia 76ers en promediar 18 puntos y 8 asistencias por partido junto con el legendario Wilt Chamberlain.
Finalmente, el 27 de junio de 2013, tras el Draft de la NBA de aquel año, terminaría abandonado los Sixers para convertirse en nuevo jugador de los New Orleans Pelicans, a donde llegaría a cambio del pívot Nerlens Noel y un pick de primera ronda de 2014 (protegida top 5).
Fue en aquel mismo verano -el 7 de julio de 2013- cuando Jrue Holiday se casó con Lauren Cheney, tras una relación de varios años que comenzó en cuando se conocieron en 2008 siendo ambos alumnos en la Universidad de California.
En los Pelicans, Holiday jugó siete campañas, aunque con algunos contratiempos. El primero de ellos, en su temporada de debut que terminó el 14 de febrero de 2014 tras sufrir una importante lesión en la tibia de su pierna derecha, que enlazó con otra anterior en la espinilla que había sufrido el 8 de enero.
Aquel primer año con el equipo de Nueva Orleans, Holiday solo jugó 34 partidos, promediando 14,3 puntos y 7,9 asistencias por partido. Cifras que mejoró en la temporada 2014-2015, en la que disputó 40 partidos con una media de 14,8 puntos y 6,9 asistencias por partido; y en la 2015-2016, con 65 partidos, 16,8 puntos y 6 asistencias.
La campaña 2016-2017, a pesar de verse empañada en sus primeros partidos por el tema de su retirada indefinida por el tumor de su esposa, no terminó nada mal, con 67 partidos disputados y un promedio de 15,4 puntos y 7,3 asistencias por partido.
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Después de aquella temporada que empezó tan mal y terminó de la mejor manera posible, Holiday recibió un premio extra en forma de nuevo contrato con los Pelicans. Lo firmó el 6 de julio de 2017 firmando por cinco años en los que pasaría a cobrar 126 millones de dólares.
A pesar de firmar cinco, a Holiday le quedarían tres campañas más con los Pelicans en las que, por cierto, conseguiría sus mejores números, especialmente en la 2018-2019 en la que tuvo el mayor promedio de puntos por partido de su carrera con 21,2.
Tras la campaña 2019-2020, en la que Holiday recibió el premio al Compañero del Año de la NBA (Twyman–Stokes Teammate of the Year Award), el base se marchó traspasado a los Milwaukee Bucks a cambio de otros dos bases: Eric Bledsoe y George Hill.
Y si en el año de su primer traspaso tuvo lugar su boda con Lauren Cheney, este 2020 también llegó con otra buena noticia, la del nacimiento de su segundo hijo con la ex futbolista. Una gran noticia que borraba un poco más la huella de aquel terrible 2016.
Con la franquicia de Milwaukee, Holiday estaría tres años en los que destacó la primera, la 2020-2021, en la que renovó su contrato por cuatro años y 160 millones de dólares, y en la que consiguió su primer y único anillo de campeón de la NBA tras vencer en la final a los Phoenix Suns.
Sin embargo, en sus otras dos campañas en los Bucks tampoco le fue nada mal. En la 2021-2022 recibió por segunda vez el premio al Compañero del Año de la NBA y fue incluido en el segundo mejor quinteto defensivo del torneo…
Y en la 2022-2023 fue nominado por segunda vez al All-Star, fue incluido en el mejor quinteto defensivo, recibió su tercer premio al Compañero del Año y consiguió ante Indiana Pacers la mayor anotación de su carrera en un partido con 51 puntos.
Al final de la campaña 2022-2023 surgieron los rumores sobre su posible retirada, después del batacazo de los Bucks en los playoffs y de que él mismo hablara de esa posibilidad tras la finalización de su contrato, pero, finalmente, salió a desmentirlo, asegurando que deseaba continuar.
Sin embargo, su aventura en los Bucks terminó el 27 de septiembre de 2023 -no en la NBA- cuando se anunció su traspaso a los Portland Trail Blazers en un intercambio entre tres equipos y que terminaría el 1 de octubre con Holiday en los Boston Celtics.
El acuerdo también incluía el cambio de equipo de otros dos jugadores: Malcolm Brogdon y Robert Williams III.
Una nueva aventura en la mítica franquicia de la Conferencia Este en la que seguir demostrando su enorme calidad en la cancha y donde continuar sumando éxitos ya desde la perspectiva y la experiencia de un jugador veterano al que un día, mucho tiempo atrás, la vida le puso a prueba.
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