Histórica tenista rusa: ¿qué pasó con Elena Dementieva?
Elena Dementieva fue una vez uno de los nombres más importantes del mundo del tenis, a menudo considerada una de las mejores de su generación. Pero su repentina retirada de las pistas y su fuerte hermetismo con respecto a su vida privada la han convertido en una figura rodeada de misterio para los fans del tenis en todo el mundo.
Hagamos un repaso a las luces y sombras de la carrera de Dementieva, su polémica retirada y lo que sabemos sobre su vida en la actualidad.
Elena Dementieva nació el 15 de octubre de 1981 en Moscú, Rusia. Comenzó a jugar al tenis a la tierna edad de 7 años, inspirada por su madre, Vera Dementieva, quien más tarde la entrenaría tras entrar en la WTA.
En su club junior, el Spartak Tennis Club, entrenó tres años con Rauza Islanova, madre de Marat Safin y Dinara Safina; esta última jugaría un papel importante en la carrera de Elena.
Dementieva se convirtió en profesional en 1998, y no tardó mucho en causar un verdadero impacto en el mundo del tenis. En 1999, la tenista llegó a la cuarta ronda del US Open, la primera de muchas apariciones en los principales escenarios de tenis del mundo.
En el 2000, consiguió llegar a las semifinales del US Open, perdiendo ante Lindsay Davenport. En las Olimpiadas de Sídney del 2000, Dementieva se llevó la medalla de plata, tras perder en la final contra Venus Williams. La tenista sería nombrada más tarde la jugadora que más había mejorado del tour de la WTA de ese año.
En 2001, la tenista rusa sufrió una lesión en el hombro en el Abierto de Australia y tuvo que cambiar su estilo de servicio, adaptando sus movimientos y efecto, para poder seguir jugando. Después de que su hombro se curara, el cambio en el saque se mantuvo, algo que tendría grandes consecuencias para su carrera.
En 2004, alcanzó las finales del Abierto de Francia y de Estados Unidos. La tenista acabó perdiendo ambos encuentros frente a sus compatriotas Anastasia Myskina (6-1,6-2) en Roland Garros, y Sevtlana Kuznetsova (6-3, 7-5) en Nueva York.
En una entrevista inusual en 2019, la tenista reflexionó sobre estas derrotas, afirmando a Tennis World USA: "Me desgasté en Roland Garros porque siempre había soñado con ganar ese torneo. Estaba en buena forma, pero cuando salí a la pista contra Svetlana Kuznetsova, no podía ni respirar, mucho menos jugar. Sentía mucha presión, no puedo llamar 'tenis' a lo de esa final".
Uno de los momentos más definitorios de su carrera tuvo lugar en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, en los que ganó una medalla de oro en la categoría individual, venciendo a su compatriota Dinara Safina (3-6, 7-5, 6-3) en la final. Esta victoria fue particularmente dulce para Dementieva, ya que validó su estatus como una de las mejores jugadoras de su generación.
Dementieva era conocida por su juego incansable en la línea y su extraordinaria forma física. Sin embargo, su carrera estuvo empañada por su servicio inconsistente, que muchos críticos, como el experto de la ESPN, Shaun Assael, creen que fue lo que le impidió ganar un título de Grand Slam. A pesar de esto, Dementieva acumuló 16 títulos individuales de la WTA y se mantuvo de forma constante en el top 10 del ranking, consiguiendo llegar al puesto número 3 del mundo en 2009.
En octubre de 2010, a la edad de 29 años, Dementieva sorprendió a todos en el mundo del tenis anunciando que se retiraba de las pistas tras su derrota en el Campeonato de la WTA en Doha. Su decisión estuvo influenciada por una combinación de factores, entre los que se encontraban su deseo de formar una familia y los problemas con sus lesiones.
"Para ser sincera", contaba a ESPN en aquel momento, "Es decir, si fuera un hombre, nunca dejaría de jugar. Pero con 29, tengo que pensar en otras cosas. Creo que estoy lista para hacer un gran cambio en mi vida".
Tras su retirada, Dementieva también se retiró del foco público para centrarse en su vida personal. En julio de 2011, se casó con Maxim Adinogenov, jugador profesional de hockey sobre hielo. La pareja dio la bienvenida a su primer hijo, una niña llamada Veronika, en abril de 2014, y a su segundo hijo, un varón llamado Serguéi, en 2018.
La vida de Dementieva tras dejar las pistas se ha construido alrededor de su familia, abrazándose íntegramente al papel de madre. Además de apoyar a su familia, la que fuera la número 3 del mundo también ha hecho algunas apariciones en eventos y galas benéficas de tenis.
En una entrevista para el canal de Youtube de la Federación Internacional de Tenis en 2013, la extenista reveló que había estudiado periodismo tras retirarse y que, aunque echaba de menos algunos aspectos de su vida como jugadora de tenis de primer nivel, seguía jugando al deporte que ama para divertirse.