Eran multimillonarios pero terminaron sin dinero: campeones que dilapidaron sus fortunas
La adrenalina que se siente al competir delante de miles de fans animándote, junto con el estilo de vida ostentoso que acompaña a los contratos millonarios de estas estrellas, hace que la vida de muchos deportistas profesionales parezca digno de un cuento de hadas.
Sin embargo, no todas las estrellas del deporte saben gestionar sus finanzas y algunas terminan arruinándose cuando sus días como profesionales se acaban.
Descubre a continuación cómo estos grandes deportistas pasaron de vivir una vida de lujo a conocer la dura realidad de estar en bancarrota.
Boris Becker, el icono del tenis y varias veces ganador de Grand Slams, consiguió fama mundial y una gran fortuna en los 80. Sin embargo, el estilo de vida extravagante de Becker incluía casas muy caras, coches de lujo, empresas que no triunfaron y acuerdos de divorcio que contribuyeron a sus problemas económicos.
En 2017, el extenista fue declarado en bancarrota, habiendo despilfarrado una fortuna de más de 200 millones de dólares, según el diario inglés 'The Mirror'. También estuvo en prisión por ocultar más de 3 millones de dólares en un caso de fraude relacionado con su bancarrota.
Dennis Rodman siempre fue conocido por ser alguien muy generoso durante su carrera en la NBA. Pero su generosidad no fue lo que le llevó a perder su fortuna. Según 'ABC News', Rodman tuvo un grave problema con la bebida en 2012, algo que le hizo declarar ante el juez que no podía permitirse pagar la pensión de sus hijos.
En ese momento, el exjugador le debía a su mujer 837.000 dólares de la manutención de sus hijos y ya había sido obligado a pagarle a ella otros 50.000 dólares cada mes, según el medio 'Nicki Swift'.
El carismático y extremadamente talentoso jugador de la NBA, Allen Iverson, conquistó los corazones de los fans del baloncesto en todo el mundo. Desafortunadamente, los gastos desorbitados de Iverson acompañados de un divorcio caótico y una serie de problemas legales, le llevaron a la ruina.
A pesar de ganar con su salario más de 154 millones de dólares, el jugador acumuló una deuda importante y se declaró en bancarrota en 2012.
A menudo ha sido considerado como el mejor quarterback de todos los tiempos, sin embargo, Johnny Unitas no fue igual de bueno gestionando sus finanzas. En 1984, el 'All-Pro' de la NFL invirtió todo su dinero en una empresa de placas de circuito que fue un fracaso.
Es por eso que en 1991 se vio forzado a declararse en bancarrota con una deuda de 3,2 millones de dólares a la ciudad de Baltimore y al estado de Maryland.
Mike Tyson, también conocido como 'Iron Mike' y considerado como el boxeador más importante de todos los tiempos, amasó una fortuna estimada en 300 millones de dólares a lo largo de su carrera. Sin embargo, la mala gestión de sus finanzas, sus gastos extravagantes, y sus diferentes problemas con la justicia fueron demasiado para sus cuentas.
En 2003, Tyson se declaró en bancarrota con deudas que superaban los 38,4 millones de dólares, según informa el medio 'Bleacher Report'.
Marion Jones fue una superatleta que mostró su talento en la pista, ganando varias medallas olímpicas y torneos mundiales. Sin embargo, su carrera dio un vuelco inesperado cuando admitió haber consumido sustancias que mejoraban su rendimiento, lo que le hizo perder sus medallas.
Además de la pérdida de su reputación, Jones se enfrentó a múltiples batallas legales y problemas financieros que la terminaron llevando a la bancarrota en 2007.
Antoine Walker vivió una carrera de éxito en la NBA, ganando millones de dólares gracias a su actuación en la pista. Sin embargo, una serie de malas decisiones económicas, incluyendo el fracaso de una empresa inmobiliaria, gastos de lujo y su afición por las apuestas, hicieron estragos en su fortuna.
El revés de la situación financiera de Walker fue tal que tuvo que declararse en bancarrota en 2010, a pesar de haber ganado aproximadamente unos 108 millones de dólares durante su carrera, tal y como señala el periódico 'The US Sun'.
Lenny Dykstra, un exjugador de la liga principal americana de béisbol, alcanzó el éxito jugando para los New York Mets. Sin embargo, tras retirarse como profesional, los problemas financieros de Dykstra comenzaron a salir a la superficie.
El exdeportista tuvo que declararse en bancarrota, enfrentarse a problemas con la justicia e incluso pasó algún tiempo en la cárcel por fraude y otros cargos.
Terrel Owens, conocido por su increíble talento y personalidad extravagante, dejó huella en la NFL. A pesar de ganar más de 80 millones de dólares a lo largo de su carrera, Owens tuvo problemas económicos debido a sus gastos desorbitados, el pago de la pensión a sus hijos y sus diferentes fracasos empresariales.
En 2012, el exjugador tuvo que declararse en bancarrota.
Vince Young, antiguo quarterback de la NFL, fue considerado una estrella prometedora de la liga. Sin embargo, la mala gestión de sus finanzas, los gastos extravagantes, y varios enfrentamientos con la justicia supusieron un golpe muy duro para sus cuentas.
A pesar de haber contado con una fortuna de 25 millones de dólares, según el medio 'Sports Illustrated', Young se declaró en bancarrota en 2014.
Evander Holyfield, una leyenda de los pesos pesados del boxeo, amasó una importante fortuna durante su carrera. A pesar de llegar a ganar la supuesta cifra de 500 millones de dólares, según el medio 'Sportskeeda', Holyfield tuvo problemas económicos por culpa de sus gastos desorbitados, múltiples divorcios, y una mala gestión de sus cuentas.
En 2012, fue desahuciado de su mansión en el estado de Georgia y fue declarado en bancarrota.
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Lawrence Taylor, exjugador de la NFL, era conocido por su sobresaliente actuación en el campo. Sin embargo, Taylor tuvo problemas de adicción y se enfrentó a diferentes batallas legales tras retirarse del fútbol americano.
La mala gestión de su fortuna, sumado a sus gastos judiciales y problemas de impuestos, llevaron finalmente al exjugador a declararse en bancarrota en 1998.
Diego Maradona, la leyenda del fútbol argentino, cautivó al mundo del deporte gracias a sus increíbles habilidades y goles memorables. A pesar de haber ganado grandes cantidades de dinero durante su carrera, Maradona tuvo problemas de adicción, gastos descontrolados, y problemas con la justicia.
En 2009, según el medio 'Sportskeeda', el argentino se declaró en bancarrota después de que la agencia tributaria italiana le condenara a pagar alrededor de 53 millones de dólares por impago de impuestos durante el periodo que el exjugador estuvo en el Nápoles.
Warren Sapp, exjugador defensivo de la NFL, disfrutó de una carrera de éxito, ganando varias veces la Super Bowl y otros títulos individuales. Sin embargo, una serie de malas decisiones empresariales sumada a sus gastos desorbitados llevaron al exjugador a la ruina.
En 2012, Sapp se declaró en bancarrota, a pesar de haber ganado decenas de millones de dólares durante sus años en activo.
John Daly, el jugador de golf profesional conocido por su incalculable talento y su personalidad única, ganó millones de dólares jugando en el PGA Tour. Pero los problemas de adicción de Daly, así como su interés por el juego y sus gastos compulsivos, le llevaron a una muy mala situación económica.
En 2006, el golfista se declaró en bancarrota tras admitir haber perdido unos 55-57 millones de dólares solamente con el juego.