Los memes no perdonan a Kike Salas
El fútbol español se encuentra nuevamente en el ojo del huracán tras revelarse un nuevo escándalo. Según informó el periódico 'El Confidencial', Kike Salas, defensa central del Sevilla FC, ha sido detenido por la Policía Nacional bajo sospecha de estar implicado en una trama de apuestas ilegales. Este caso ha captado una notable atención en las redes sociales, donde se ha convertido en el centro de numerosos memes y discusiones.
Por lo visto, según la información publicada, el futbolista hispalense urdió un maquiavélico plan para hacer ganar unos cuantos miles de euros a sus amigos, provocando tarjetas amarillas en los últimos minutos de sus partidos.
Según la Policía, esta situación se habría producido durante un total de seis partidos disputados en la pasada temporada 2023-2024, y en los que el jugador recibía tarjetas amarillas por las que esa gente de su entorno más cercano había apostado previamente sabiendo de primera mano que sucedería.
A causa de ello, un juzgado de Morón de la Frontera (Cádiz) inició una investigación centrada en un delito de estafa por el que fueron detenidos el jugador de 22 años y otras dos personas más de su entorno.
Estos hechos podrían acarrear serias consecuencias para el futbolista, que podrían afectar tanto a su ámbito personal como al deportivo, lo que podría terminar de un plumazo con su carrera profesional cuando apenas estaba comenzando a despuntar con el Sevilla FC.
Por un lado, Kike Salas se enfrenta a una posible condena por estafa por la que podría terminar entre rejas con penas que oscilarían entre los seis meses y los tres años de cárcel, sin olvidar el prejuicio económico por la indemnizaciones a pagar.
Y por el otro, todo esto podría acarrear un importante castigo a nivel deportivo, hasta el punto de inhabilitarlo para la práctica profesional del fútbol. Más aún cuando incluso LaLiga ha solicitado personarse como acusación en el caso.
La información publicada por el periodista José María Olmo en 'El Confidencial' apuntaba a que el caso ya fue denunciado hace un mes de hacerse público y recogía que "los operadores de juego dieron la voz de alarma tras detectar movimientos inusuales de dinero".
El propio Código Disciplinario de la RFEF prohíbe la participación de los futbolistas en temas de apuestas (como parte implicada en el propio evento deportivo) y, en casos de infracciones, prevé multas de entre 3.006 y 30.051 euros y la pérdida de licencia federativa entre dos y cinco años (e incluso definitiva en casos muy graves).
Al final, a Kike Salas y sus amigos les ha salido el tiro por la culata y todo parece indicar que los miles de euros que se han embolsado por su presunta artimaña en las apuestas, puede salirles tan o más caro que lo que habían engordado hasta ahora sus bolsillos.
Y son muchos los que ahora se explican muchas de las absurdas acciones protagonizadas por el futbolista gaditano del Sevilla FC que le llevaron a recibir tarjetas amarillas en los minutos finales de esos partidos ahora investigados.
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Kike Salas se ha criado y se ha formado en la cantera del club sevillano y dio el salto al primer equipo el 10 de septiembre de 2022 en un partido contra el Espanyol, aunque posteriormente pasó una campaña por el Tenerife para regresar este año de nuevo y convertirse en uno de los jugadores fijos de la zaga hispalense.
Recientemente renovó su contrato con el Sevilla hasta junio de 2029 con un salario de 360.000 euros anuales. Pero ahora, tanto su continuidad como sus emolumentos están en peligro por todo lo que acaba de salir a la luz.
De los amigos y familiares beneficiados por el 'plan maestro' de Kike Salas poco se sabe más allá de que habrían conseguido ganar entre 9.000 y 10.000 euros, en apenas un mes gracias a las tarjetas amarillas que recibía el jugador.
Este dinero llegó a sus bolsillos gracias a unas 30 apuestas que habrían sido amañadas siguiendo este modus operandi que, según la información publicada por 'El Confidencial', se produjeron en 5 encuentros entre las jornadas 31 y 38 de la temporada 2023-2024.
Curiosamente, Salas terminó esta pasada campaña con un total de 10 tarjetas amarillas en su haber, de las que siete de ellas se las sacaron en las últimas 9 jornadas -siendo el futbolista más amonestado en ese periodo-, en las que, además, el Sevilla ya no se ganaba nada.
El futbolista se acogió a su derechos a no declarar después de ser detenido, mientras que de sus otros dos amigos detenidos aún no se han dado más información. Eso sí, la investigación sigue su curso y les tocará a ellos y quién sabe su a más implicados, hacer nuevas visitas ante la Policía y la Justicia.
No sabemos si los implicados en este caso perdieron alguna de sus apuestas por algún hecho inesperado (uno de esos encuentros no lo pudo jugar por lesión), pero lo que ha quedado claro que, después de todo lo ganado, las pérdidas pueden ser irreparables...
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