La encarcelación en Rusia de una estrella de la WNBA que sacudió al mundo: Brittney Griner

En prisión en Rusia
Un libro para explicarse
La historia de Griner
Detalles inquietantes
Su distribución en prisión
Una más
Condiciones inhumanas
Pensando en lo peor
Sin apoyos
Rodeada de espías
Un juego político
Una habitual en el país
Un cambio notable
Dudas personales
Bombardeo político y mediático
Una dura recuperación
El objetivo final de 'Coming Home'
En prisión en Rusia

Una auténtica pesadilla: así fue el paso por una cárcel rusa de la jugadora de basket Brittney Griner. Ahora, mientras intenta reponerse de lo ocurrido, la estrella de la WNBA cuenta su experiencia en una entrevista.

 

Un libro para explicarse

Lo ha hecho en The New York Times donde se abre en canal para revelar cómo fue su terrible experiencia. Conversación que forma parte de la presentación de su libro, 'Coming Home', que salía a la venta el pasado 7 de mayo de 2024.

La historia de Griner

La novela de casi 300 páginas relata la experiencia de la deportista desde su detención inicial, su precario estado mental en Rusia y el proceso que le permitió finalmente regresar a casa.

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Detalles inquietantes

En una entrevista con ESPN, Griner habló sobre la falta de recursos que tenía en la prisión rusa. "Te lo quitan todo rápidamente y muy bien, porque, llegas allí y no tienes nada… Literalmente tuve que rasgar una camiseta, un trozo era para lavarme y otro para limpiarme".

 

Su distribución en prisión

En una entrevista con MSNBC, Griner contó algunas "trampas" que la prisión intentaba ponerle a la jugadora. "Pronto me di cuenta de que uno de sus juegos era intentar meterme en las celdas de los hombres. Y yo estaba en plan 'No voy a entrar en esa celda'". Finalmente, la llevaron a las instalaciones para mujeres de la prisión.

 

Una más

Griner recibió el mismo trato que cualquier otro encarcelado. Según contó ella misma a NPR: "Hay tres baños y una ducha para más de 50 mujeres. Y no hay agua caliente. Tenía un cubo y un cazo… te ponías en cuclillas para lavarte y sacabas el agua y te la echabas por encima… te dejan solo cinco minutos porque hay unas 10-12 mujeres esperando en la zona del baño".

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Condiciones inhumanas

La estrella de baloncesto dio más detalles inquietantes a The New York Times. En la página web se podía leer la descripción de su celda: "La habitación apestaba. Había un agujero manchado en el suelo que era el retrete. Los guardias de la prisión le llevaban avena con leche y un trozo de pescado aceitoso que la hacía vomitar. El colchón era demasiado pequeño para la cama… volvieron a molestarle sus antiguas lesiones deportivas mientras estaba allí tumbada, retorcida de dolor".

 

Pensando en lo peor

Griner contó a The New York Times que "nunca había estado tan sucia en mi vida", y admitió que se planteó quitarse la vida a lo largo de los 10 meses que duró su pesadilla en Rusia.

 

Sin apoyos

Griner se dio cuenta muy pronto que no podía confiar en nadie en prisión. En una entrevista con ESPN, la jugadora habló de una prisionera, Olya, con la que pensaba que tenía una relación amistosa. Sin embargo, Griner se dio cuenta de que no podía confiar en ella.

 

Rodeada de espías

Griner contó a ESPN: "Olya se tumbaba y fingía que estaba dormida… se levantaba y nos observaba (a Griner y a otra prisionera) mientras hablábamos. O, cuando dejábamos de hablar, entonces se ponía a escribir en su libro. Y un día, vi cómo le entregaba una nota a un guardia, y yo estaba, oh, vaya, eres una espía".

 

 

Un juego político

En un extracto de 'Coming Home', Griner habló sobre lo que pensaba del presidente de Rusia, Vladímir Putin. "Para Putin, yo solo era un peón. Mi arresto le dio una ventaja en su enfrentamiento con Occidente. Era muy consciente de la larga historia de tensiones raciales en América, y sabía cómo utilizar eso en su beneficio".

 

Una habitual en el país

Lo que inicialmente dejó muy desconcertada a Griner sobre la situación es el hecho de que ella había estado en Rusia en muchas ocasiones, sin ningún problema. Según contó a NPR: "He hecho este viaje en múltiples ocasiones en una temporada, estuve allí ocho años". Griner jugó para un equipo de la primera liga de baloncesto de Rusia para conseguir más dinero cuando acababa la temporada en EEUU.

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Un cambio notable

Sin embargo, Griner tuvo la sensación de que algo era diferente antes de que fuera detenida. La jugadora contó a NPR que "nunca había visto tanta seguridad… era muy raro. Y todo el mundo que estaba siendo apartado a un lado parecía americano o no ruso. Todos los rusos pasaban por el medio sin ser registrados".

 

Dudas personales

Griner no sabía cuánto tiempo iba a estar encarcelada y se preguntaba si su matrimonio soportaría tantos meses, o años, en la distancia. Su mujer, Cherelle, ejerció toda la presión que pudo para que su pareja volviera a Estados Unidos.

 

Bombardeo político y mediático

Cherelle habló en varios programas de televisión y escribió cartas al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidiendo urgentemente al gobierno y al país que no se olvidaran de Griner.

 

Una dura recuperación

Griner no solo tuvo que recuperarse físicamente para prepararse para la temporada de la WNBA; la jugadora también tuvo que trabajar en su salud mental. La página web de la revista People destaca la postura pública que Griner mantiene sobre que los deportistas se tomen un descanso para ellos en este sentido si lo necesitan.

 

El objetivo final de 'Coming Home'

Griner contó a The New York Times en abril de 2023 que esperaba que el libro pudiera plasmar cómo de inhumana fue su experiencia y dar una idea sobre las vidas diarias de los estadounidenses encarcelados en Rusia.

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