Culebrón deportivo con giro de guión inesperado: la decisión de Xavi está tomada

El mes de enero de 2024 encaraba sus últimos días y el FC Barcelona venía de perder la Supercopa de España ante el Real Madrid, ser eliminado de Copa del Rey por el Athletic y perder en casa en Liga ante el Villarreal. Fue entonces cuando Xavi Hernández decidió anunciar, para sorpresa de todos, su salida del club a final de temporada.

Desde aquel momento, todo cambió. El Barcelona comenzó a encadenar buenos resultados, fases de muy buen juego y, entre medias, superó los octavos de final de la Champions ante el Nápoles y ganó 2-3 al PSG en la ida de cuartos de final de la máxima competición europea.

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Lo que parecía una salida clara de Xavi Hernández, comenzó a comentarse con la boca cada vez más pequeña y las voces que pedían su continuidad se multiplicaron, ante el significativo cambio del equipo.

Pero llegó la semana más fatídica del año para el FC Barcelona. El PSG remontó la eliminatoria de Champions, ganando 1-4 en el Camp Nou, y dejando al club, un año más, fuera de Europa.

Cinco días más tarde, el Real Madrid sentenciaba la Liga remontando el Clásico en el Santiago Bernabéu y ganando por 3-2 a un Barcelona que quedaba a 11 puntos de los blancos, con 18 por disputarse. Misión imposible.

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Ante tal situación, el futuro de Xavi Hernández volvía a quedar en entredicho en determinados círculos de aficionados aunque, según aseguraba la prensa catalana, todo apuntaba a que la continuidad del técnico de la casa es un hecho. Giro de guión inesperado, todo sea dicho.

Finalmente, el 24 de abril de 2024, tras una reunión con el presidente, Joan Laporta, y el director deportivo del club, Deco, se confirmaba la continuidad de Xavi Hernández al frente del equipo, contraviniendo lo que él mismo había confirmado de forma rotunda apenas tres meses antes.

Ahora, la pregunta que todo el mundo se hace es sencilla: ¿es positivo para el Barcelona que Xavi Hernández siga como entrenador?

Lo primero a tener en cuenta es que Xavi Hernández tiene un año más de contrato y el hecho de continuar, sencillamente, implicaría cumplir su contrato.

Las últimas participaciones del Barcelona en Europa han dejado claro que el equipo, a día de hoy, no está para competir con los más fuertes, ni a nivel físico, ni a nivel táctico. Los cuartos de final de Champions ha sido su tope en las últimas temporadas. Y de cara a la próxima, Laporta ya habría advertido a Xavi que no habrá fichajes de campanillas, a causa del Fair Play Financiero.

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Si algo ha demostrado Xavi Hernández es que es pura Masía. Conoce la casa como nadie, sabe de la exigencia del club y no se arruga ante la presión del puesto. Bueno, salvo cuando dijo que dejaba el club a final de temporada, aunque finalmente parece que no será así.

Que Lamine Yamal es muy bueno, es un hecho, pero no puede ser que un equipo como el Barcelona dependa tanto de un adolescente o de los puntuales destellos de Lewandowski y Gündoğan.

La forma de ser de Xavi Hernández hace que se exponga, incluso más de lo normal, a las críticas de afición y prensa, lo cual viene de maravilla a un Joan Laporta que vive más tranquilo sin ser el centro de atención.

Las declaraciones de Gündoğan, tras la eliminación en Champions, señalando a Ronald Araújo, dieron la sensación de un vestuario dividido, aunque pudo ser un calentón puntual. Sea como sea, si Xavi pierde el vestuario, está perdido.

A pesar de que la situación financiera del Barcelona es complicada, Xavi no tiene problema en dar oportunidades a chavales de la cantera y los ejemplos claros son Lamine Yamal, Cubarsí o Fermín, entre otros.

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Para bien o para mal, el espejo en que se mira Xavi es el de Guardiola y Luis Enrique, sus predecesores como entrenadores de la casa. Obviamente, sale mal parado en las comparación con ambos.

El año 2023, el Barcelona de Xavi ganó la Supercopa de España y LaLiga, dejando claro que el técnico sabe cómo ganar torneos cortos y de regularidad.

Xavi Hernández siempre apela al ADN Barça, a dominar partidos, a tener la pelota pero la realidad es que su Barcelona no da esa sensación de dominio que quiere hacer llegar con sus palabras.

El entrenador y el director deportivo tienen buen rollo, trabajan bien juntos y entienden el proyecto desde el mismo prisma, lo cual facilita que la construcción de la plantilla del curso que viene pueda ser consensuada desde el entendimiento. Suenan nombres como Kimmich o Aleix García.

Mientras el Barcelona da sensación de inestabilidad constante, en lo deportivo y lo institucional, el Real Madrid es todo lo contrario, un club saneado, en su peak deportivo y con una sintonía absoluta con la afición. Obviamente, las constantes comparaciones no ayudan, como tampoco lo hace haber perdido los últimos cuatro Clásicos ante el eterno rival.

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