El trágico final del guardameta Robert Enke y su terrible paso por el F.C. Barcelona

Internacional con la selección de Alemania con la que fue subcampeón de la Eurocopa de 2008, Robert Enke tuvo una fructífera vida como futbolista, pasando por conocidos clubes europeos, aunque no lo fue tanto en lo personal, sufriendo importantes problemas de salud mental que le llevaron a quitarse la vida.

Enke inició su carrera profesional en 1995 con el Carl Zeiss Jena de la segunda división alemana para, sólo un año después, iniciar una trayectoria de 16 temporadas en la élite del fútbol pasando por Borussia Mönchengladbach, Benfica, F.C. Barcelona, Fenerbahçe, Tenerife y Hannover 96.

El momento clave de su carrera -y de su vida- llegaría en la temporada 2002-2003, cuando Enke se sumó a las filas del Barça. Algo que coincidió con el momento en el que el guardameta alemán comenzó a sufrir recurrentes episodios de depresión, algo que arrastró también durante su campaña con el Fenerbahçe en Turquía.

La razón de aquellas depresiones vino motivada por su temor al fracaso, lo que, según describe la web de la Bundesliga, le llevó a jugar en contadas ocasiones como azulgrana y posteriormente en Turquía hasta que regresó a jugar en la segunda división del fútbol español con el Tenerife.

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Pero lo más terrible fue cuando en septiembre de 2006 le tocó enfrentarse al más duro golpe que la vida le tenía guardado: su hija Laura, de dos años, murió víctima de paro cardiaco producido por una enfermedad que venía arrastrando desde su nacimiento. Un revés que hizo que profundizara en sus problemas con la depresión después de haberla superado.

En la temporada anterior a que esto sucediera, ya como jugador del Hannover 96, Robert Enke fue elegido por la revista Kicker como Guardameta del Año 2005-2006. Fue todo un impulso a su carrera y un refuerzo de autoestima que, sin embargo, aquel trágico suceso se llevó por delante.

Tres años después de aquello, el 10 de noviembre de 2009, incapaz de superar sus problemas de salud mental, Robert Enke se quitó la vida arrojándose a las vías de un tren en marcha junto a un paso a nivel en la localidad de Neustadt am Rübenberge, en las cercanías de la ciudad de Hannover. Tenía sólo 32 años.

Todos sus problemas, sin embargo, no se conocieron hasta después de su muerte, pues fue un tema que el guardameta alemán nunca quiso hacer público por dos razones: porque no perjudicara a su carrera deportiva y por el temor a que le quitaran a su hija adoptiva.

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Quince años después de aquel tráfico final, su historia ha vuelto a ponerse de actualidad después de que el rotativo alemán Bild publicara, en agosto de 2024, una entrevista a la que fuera su esposa, Teresa Enke, en la que ha definido al F.C. Barcelona como "un sótano de brujas".

La entrevista se realizó con motivo de la celebración de unas 'Jornadas de Salud Mental' que celebraron con motivo del que hubiera sido el 47 cumpleaños del futbolista germano nacido el 24 de agosto de 1977, y donde no tuvo problema en romper su silencio sobre lo que su esposo vivió en Barcelona.

"No nos hubiéramos atrevido a realizar semejante serie de actos el día de su muerte. Este día siempre es muy estresante. Por eso decidimos ir al cumpleaños de Robbi. Tenemos cosas realmente geniales que ofrecer. Robbi no solo debe ser recordado con melancolía y tristeza", aseguró Teresa al periodista Florian Krebs.

"El dolor nunca desaparecerá. A menudo me sorprendo diciendo en mi cabeza: 'Vaya, Robbi, si pudieras ver eso ahora...'. Especialmente cuando me encuentro con viejos compañeros de entonces. Espero que Robbi haya encontrado la paz donde se encuentra ahora. Aunque no era una persona infeliz", añadió.

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Pero sus palabras más fuertes fueron las que hablaron sobre su año en el club catalán: "En aquel entonces, los jugadores no eran tratados con especial humanidad. Aun así, a veces me pregunto: ¿Seguiríamos en Barcelona si Robbi hubiera triunfado? A veces la vida resulta diferente de lo que planeaste", señalaba con tristeza.

En lo personal, destacó la "tacañería" de Enke: "En Barcelona a menudo cruzaba la montaña para ahorrarse los cuatro euros del peaje. Cuando íbamos de compras juntos, lograba que gastara algo. Pero siempre tuve que presionarlo. Gracias a Dios me tuvo a su lado. De lo contrario, Robbi no habría sabido qué hacer con el dinero".

"Podía ser muy alegre. Y tenía un oscuro sentido del humor, nos reímos mucho juntos. Fue su enfermedad la que lo llevó a la muerte", lamento finalmente Teresa Enke en su encuentro con Bild.

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La muerte de Robert Enke generó una enorme conmoción en el fútbol alemán y cientos de aficionados acudieron a los aledaños del estadio AWD Arena de Hannover para dejar flores en señal de respeto tras su inesperado adiós, e incluso la entonces canciller, Angela Merkel, envió sus condolencias a su familia por lo sucedido.

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Su terrible final fue también el inicio de la Fundación Robert Enke, una organización en la que participan el Hannover 96 y el Deutsche Fussball Liga (DFL), con Teresa Enke como presidenta, y que tiene por objetivo proteger y asesorar a los deportistas que sufren problemas de salud mental y de niños con afecciones cardiacas, cuestión que se incluyó a petición de la viuda del guardameta.

La propia Teresa Enke, en su entrevista con 'Bild' destacó que el objetivo de la Fundación siempre ha sido dar visibilidad a la depresión como cualquier otra enfermedad o lesión, aunque reconoció que "lamentablemente todavía no" es algo que se haya podido conseguir.

"En los medios y en el club todavía se habla más de la depresión que de si el jugador tiene una rotura de ligamentos. Los formadores y responsables abordan el tema porque, por supuesto, han aprendido lo importante que es. Por cierto, también en los negocios. Todo el mundo sabe que sólo un buen espíritu puede funcionar, ya sea en la portería o en el escritorio", destacó.

La historia de Robert Enke es la de otro de los muchos deportistas de élite que ha tenido que enfrentarse a los problemas de salud mental, una batalla que, en su caso, no pudo ganar y que, en ocasiones, no es cuidada suficientemente desde los propios clubes en los que militan, como en su caso fue aquel año como jugador del F.C. Barcelona.

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