Escándalo en el fútbol femenino británico: la gran estafa de Natasha Harding
El fútbol femenino británico vive conmocionado por la caída a los infiernos de Natasha Harding, histórica jugadora, 103 veces internacional con la selección de Gales, y que ha sido acusada de estafa por ex compañeras de equipo, familias y patrocinadores.
Miembro del Club de los 100 de la FIFA y jugadora de equipos de la Women's Super League como Cardiff City, Manchester City, Liverpool, Reading y Aston Villa, en sus últimos años como profesional con los villanos comenzaron a salir a la luz acusaciones sobre ella, que han ido emborronando su brillante carrera como futbolista.
Harding, que ahora lleva el apellido de casada, Allen-Wyat, ha ido acumulando este tipo de denuncias desde 2022, cuando aún permanecía en activo como miembro de la plantilla del Aston Villa. Fue a finales de aquel año cuando la dejaron fuera del combinado nacional galés por la mala relación que mantenía con algunas de sus compañeras.
Aquellos problemas no surgieron de la nada. La razón que lo motivó fue el dinero. Y es que, antes de aquello, la ex futbolista había pedido dinero a varias de sus compañeras que nunca les devolvió, lo que, según ellas, les afectó negativamente dentro de su círculo familiar y de sus amigos.
ADEMÁS: Revés para Jenni Hermoso: la derecha dice no a la internacional española
A este oscuro capítulo de su vida se suma ahora otro. Y es que, según publicó BBC Wales, Allen-Wyat ha sido ahora denunciada por numerosas familias británicas que habían contratado sus servicios, que vendía con su trayectoria y reconocimiento dentro del mundo del fútbol como carta de presentación, para dar clases particulares e individualizadas a sus hijas.
Fue en agosto de 2023, apenas había colgado las botas, cuando puso en marcha la Academia Tash Harding que comenzó a promocionar a través de una cuenta de Instagram -hoy eliminada- sus sesiones personales para entrenar a futuras futbolistas.
La realidad es que la ex jugadora galesa no cumplía con los pactado con ellos y, utilizando todo tipo de excusas y artimañas, no cumplía con el total de las sesiones por las que había sido contratada y por las que esas familias habían pagado.
Los precios por su trabajo, según la BBC, oscilaban entre las 180 y los 975 libras esterlinas por distintos paquetes de sesiones de entrenamiento que, finalmente, no se llegaban a realizar.
Tal y como apuntaban, las cancelaciones de esas sesiones incluyeron excusas como accidentes de tráfico, problemas de horarios y de disponibilidad de espacios donde entrenar e incluso la celebración de su despedida de soltera y de su boda.
Incumplimientos que no sólo afectaron económicamente a los padres que habían invertido sus ahorros en esas sesiones, sino también incluso a los propios niños, como es el caso de un niño y una niña, hermanos, que gastaron el dinero que habían recibido en Navidad a cambio de nada.
Pero también tuvo un efecto devastador para los pequeños afectados desde el punto de vista psicológico, ya que la actuación de Allen-Wyat llegó a minar su propia autoestima, ya que les habría asegurado que llegarían muy lejos, pero finalmente se sintieron rechazadas y "no lo suficientemente buenas".
Sobre ello habló en la BBC Andy Hughes, entrenador de las niñas de 12 y 13 años del Northop Hall en Flintshire, a quien la ex jugadora ofreció sus servicios para expandir su academia al norte de Gales después de aparecer en el podcast 'This Girl Can Play', dirigido por él.
ADEMÁS: La dura confesión de la guardameta alemana Mala Grohs: le toca jugar su partido más difícil
Se inscribieron a la iniciativa 12 niñas - por un precio de 180 libras por cada una de ellas- para 10 sesiones de entrenamiento de las que, finalmente, sólo se celebraron dos, anulando el resto por "cuestiones familiares", lo que obligó a Hughes a reembolsar el dinero de su propio bolsillo.
Otros de los afectados fueron sus patrocinadores, a los que, supuestamente, también estafó la ex futbolista. Desde la BBC hablan de numerosas empresas del sur y el norte de Gales, Gloucestershire y Worcestershire, que llegaron a pagar cientos de dólares en concepto de patrocinio para aparecer en equipaciones y pancartas, pero no cumplió con sus acuerdos.
Desde la cadena británica apuntan a que muchas de ellas recibieron imágenes con sus logotipos en las camisetas de Allen-Wyatt, pero nunca pudieron verlas físicamente, lo que invita a pensar que nunca se llegaron a poner en circulación, con el consiguiente incumplimiento del contrato.
Buen ejemplo de ello fue Daniel Rees, que dirige Cardiff Classic Shirts y que aceptó patrocinar a Allen-Wyatt por dos años a cambio de 500 libras. "No pude encontrar ninguna fotografía de camisetas que estuvieran destinadas a ser impresas, sólo una maqueta que me enviaron", dijo a la BBC.
Otro de esos empresarios estafados fue James Matthews, de la empresa de aires acondicionados 'Sub-zero', que aseguró a la BBC haber pagado 10.000 libras entre inversiones propias y préstamos bancarios para convertirse en socio suyo a cambio del 48% de las ganancias obtenidas, de las que sólo sacó 437 libras en un año.
Entre las aproximadamente 70 familias y empresas denunciantes, se cifra que la cantidad de dinero estafado podría rondar las 70.000 libras esterlinas, entre las que se habla de 27.000 libras de varias compañías o 40.000 de las familias que pusieron en marcha un grupo de WhastsApp para hacer un frente común contra la ex futbolista.
Cuestiones, todas ellas, a las que se suma la denuncia del propio medio británico, desde donde aseguran que Allen-Wyat los habría llegado incluso a amenazar con iniciar acciones legales contra ellos si, finalmente -y como hicieron- publicaban todo este tipo de informaciones a través de las redes sociales.
Desde la Federación Galesa de Fútbol (FAW) se hizo público un comunicado condenando el comportamiento de su histórica estrella, que definió como "extremadamente decepcionante" y que "no nos representa como equipo ni nuestros valores" e invitó a todos los afectados a denunciarla.
Ahora, mientras muchas familias ya han denunciado ante las autoridades de Reino Unido las acciones llevadas a cabo por Allen-Wyat y están siendo investigadas por la Oficina Nacional de Inteligencia contra Fraudes, la que fuera ídolo de la afición británica mantiene silencio mientras su imagen no deja de deteriorarse, lapidando un pasado de éxitos y reconocimientos.
ADEMÁS: Increíble historia de superación: los duros inicios de la futbolista Ludmila da Silva