Fueron grandes leyendas del Real Madrid pero les despidieron por la puerta de atrás

A lo largo de los años se ha criticado al Real Madrid por no dar el adiós que merecían algunas de sus grandes leyendas. Estos son algunos casos que, seguro, dañarán el corazón de muchas y muchos aficionados merengues.

El gran capitán y referente del Real Madrid durante la segunda mitad de la década de los 90 y los primeros años de los 2000 junto a los ‘Galácticos’, Raúl González, ejemplo de canterano que alcanzó la gloria de blanco hasta convertirse en leyenda, estuvo 16 años en el club hasta su marcha al Schalke 04 alemán en 2010.

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Para su despedida, se organizó una rueda de prensa en el estadio blanco sin aficionados, que, finalmente, obligaron al club a abrir las puertas para ver por última vez a su ídolo. Tras su retirada, en 2013 se le hizo un homenaje en el Trofeo Bernabéu, un año después de que se le despidiera por todo lo alto en Alemania. "Podría haber sido mejor, pero se dio así", dijo en 2017 en la revista Panenka.

Otro canterano ilustre fue José María Gutiérrez ‘Guti’, inseparable compañero de Raúl González desde la cantera hasta el primer equipo, con el demostró la gran calidad que atesoraban sus botas, pero con el que fue también bastante irregular. Aún así, pasó 15 temporadas en el Real Madrid, hasta que en se marcharía, también en 2010, al Besiktas turco.

Guti se marchó libre tras finalizar su contrato con el club y su adiós se dio en la sala de prensa del Real Madrid, sin la presencia ni siquiera del entonces presidente, Florentino Pérez. "Uno siempre quiere que su despedida sea algo especial porque lleva mucho tiempo, pero después de no haberlo anunciado a final de temporada, como sucedió todo fue algo normal. Es cierto que tanto Raúl como yo necesitábamos algo más", dijo en Onda Madrid.

Cristiano Ronaldo llegó al Real Madrid en el verano de 2009 a cambio de 94 millones de euros y protagonizó la presentación más espectacular de toda la historia del fútbol, con un Bernabéu abarrotado por unos 80.000 aficionados que acudieron a darle la bienvenida. Y tras ello, 9 temporadas de gloria, goles y títulos.

Sin embargo, su adiós al club blanco no estuvo a la altura de lo que el delantero portugués significó para la entidad. Cristiano trato de ganar su particular pulso a la entidad y terminó despidiéndose a través de una descafeinada (aunque emotiva) carta publicada a través de la web del Real Madrid.

El mejor portero de la historia del Real Madrid y de España (y para muchos de la historia), salió de las categorías inferiores del club blanco para ofrecer 16 años espectaculares bajos los palos, llenos de títulos y en los que terminaron por ponerle el mote de ‘El Santo’. En 2015, sin embargo, se marcharía por la puerta de atrás.

Sus últimos tiempos de blanco se empañaron por su relación con José Mourinho y parte de la afición, que no le perdonó su buena relación con los jugadores del Barça. Su despedida, aunque tuvo un acto oficial y con algo de público, fue precedida de una fría rueda de prensa entre lágrimas, algo que lamentó años después: "Fue un error dar una rueda de prensa en solitario".

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Llegó al Real Madrid con apenas 19 años y se convirtió en una de sus grandes leyendas, pasando a la historia como uno de los mejores defensas que han vestido la elástica madridista. Pasó 16 años en el club, ganándolo todo y dejando aquella imagen inolvidable marcando al Atlético de Madrid en la final de la Champions League de 2014.

El del central sevillano fue un caso parecido al de Cristiano Ronaldo. Trató de hacerle un pulso al club por su continuidad y la subida de su salario y terminó perdiendo y marchándose al PSG en 2021. Lo despidieron con un acto institucional rodeado de su familia, pero lejos de la afición o a la altura de su leyenda.

El argentino ha sido uno de los mejores centrocampistas que se han visto en el Santiago Bernabéu. Apenas pasó seis temporadas en el Real Madrid, pero fueron sus mejores años y se ganó el corazón del madridismo, especialmente en la mágica noche que le regaló en Old Trafford como preámbulo de la octava Champions League del club blanco.

Tras la consecución de aquel título, Redondo se terminaría marchando al Milán por 18 millones y por la puerta de atrás. En aquel momento había elecciones en el club blanco y en ellas se enfrentaban Lorenzo Sanz y Florentino Pérez. El argentino se posicionó a favor del primer, pero ganó el segundo. Y su dinero fue utilizado para traer a Luis Figo.

En aquel año 2000 en el que se marchó Redondo, llegó al Real Madrid procedente del Barça el pelotazo que tenía preparado Florentino Pérez: Luis Figo. El portugués fue el primer gran fichaje del presente blanco y dio inicio a la época de los ‘Galácticos’. Con los blancos jugaría 5 temporadas hasta que en 2005 fichó por el Inter de Milan.

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Fue el primero de los ‘Galácticos’, pero también el primero que se marchó del club tras hacer la pretemporada de aquel año 2005. En su presentación con el Inter dijo: "Salgo en cierto modo decepcionado y desilusionado con la persona que manda en el equipo (…) Me han demostrado siempre mucho respeto y cariño, y lógicamente me hubiera gustado salir de otra forma".

Otro de los ‘Galácticos’ del Real Madrid -y también con pasado azulgrana- fue el brasileño Ronaldo Nazário, quien vivió de blancos sus mejores años como profesional, cinco en total en los que ganó además dos campeonatos de Liga y una Copa Intercontinental. Sin embargo, en 2007 se marchó a Milan.

Las continuas lesiones del brasileño sumado a la llegada al equipo del goleador neerlandés Ruud van Nistelrooy, terminaron con él fuera del equipo. Lo vendieron por 7 millones de euros y su adiós se ciñó a un comunicado del club en el que mostraba "su reconocimiento por lo que este futbolista singular ha aportado a lo largo de todo este tiempo. Momentos de gran fútbol que los madridistas no olvidaremos jamás".

Fue el pilar sobre el que se sustentó la defensa del Real Madrid a lo largo de toda la década de los años 90. Fernando Hierro llegó al club blanco en 1989 y dejó su huella hasta su marcha en 2003, tras 14 temporadas como madridista que le sirvieron para convertirse en leyenda del equipo.

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Pero después de tanto, el adiós de Hierro al Real Madrid no fue lo que cabría esperar. Tras ganar la Liga en la temporada 2002-2003, el propio club decidió prescindir de él, como hizo también con el técnico Vicente del Bosque, lo que provocó que numerosos aficionados protestaran por ello frente al estadio. Se marchó entonces al Al-Rayyan qatarí.

Formó parte de uno de los mejores centros del campo que hemos visto en el fútbol español junto a Toni Kroos y Luka Modric. 8 temporadas (más otras 2 en una etapa previa antes de pasar por el Oporto) en las que llegaron grandes éxitos para él y para el madridismo (18 títulos) y que terminaron en 2022 con su traspaso al Manchester United.

El brasileño justificó su adiós por la necesidad de un "cambio de ciclo" en su carrera. Se iba otra leyenda que se despidió en un acto en el Bernabéu entre lágrimas, pero donde se denotó la frialdad del club, donde no hubo aficionados y en la que faltó gran parte de la plantilla.

La mayoría de las despedidas frías de grandes jugadores del Real Madrid que se recuerdan son relativamente recientes, pero otro caso similar y mucho más antiguo fue el de Alfredo Di Stefano, la gran leyenda blanca, 11 temporadas de blanco y pentacampeón de las Copa de Europa entre los años 50 y 60.

En su última temporada de blanco, tras caer en la final de la Copa de Europa de 1964, tuvo problemas con su entrenador y el presidente del club, que ya no lo consideraban como el jugador desequilibrante que fue años atrás. Aquello terminó con él en el Espanyol y saliendo de la peor manera posible. Aunque el tiempo volvería a unir sus destinos…

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