Ídolos del fútbol latino: jugadores que marcaron una era
Más allá de quién sea el mejor de todos, lo que está claro es que estas grandes leyendas del fútbol latino están entre los mejores de la historia.
Maradona, más que un futbolista, es una religión y eso da una medida de lo que supone 'El Diego' en Argentina y en Nápoles. Ganó el Mundial de 1986 y dejó un gol a Inglaterra que es, quizás, el mejor de la historia de los Mundiales, con una narración que sigue poniendo los pelos de punta gracias a Víctor Hugo Morales.
O Rei ganó tres Mundiales, marcó 1.281 goles en su carrera y elevó el fútbol a categoría de arte. Compartió vestuario con gente como Tostao, Rivelino, Didi o Garrincha y siempre fue el mejor del equipo. Palabras mayores.
La Saeta Rubia jugaba en todas las posiciones del campo y en todas lo hacía perfecto. Un pulmón incansable que combinaba potencia, calidad y goles que le llevaron a ganar cinco Copas de Europa y ser una leyenda del Real Madrid.
Para muchos, el mejor futbolista de todos los tiempos. La Pulga lo tiene todo: gol, visión de juego, inteligencia, magia en sus botas... Historia del fútbol.
Todo el mundo coincide: si las lesiones le hubieran respetado, habría sido el mejor de la historia. Con todo, está entre los mejores. Una potencia de la naturaleza combinada con una habilidad maravillosa para el regate y una facilidad goleadoras asombrosa.
La sensación con Alexis Sánchez es que no acertó del todo con sus clubes, a pesar de lo cual dejó huellas imborrables en Barcelona, Arsenal, Manchester United o Inter de Milán. Su facilidad para hacer gol sólo es comparable con su facilidad para regalarlos.
Un jugador maravilloso por el que valía la pena pagar la entrada. Junto a Pelé, ganó los Mundiales de 1958 y 1962. Es considerado el rey del regate y un auténtico mago con el balón en los pies que sigue siendo un referente carioca.
Sus cifras asustan. Supera los 770 partidos y acumula de 474 goles y 255 asistencias, que se siguen incrementando, aunque no al ritmo que lo hacían en Barcelona y Liverpool.
Elevó el nivel de la selección de Perú, hasta llevarla a competir con Brasil o Argentina en la década de los 70. De hecho, Perú ganó la Copa América de 1975 y llegó a cuartos de final en los Mundiales de 1970 y 1978.
Historia del fútbol mundial, Chilavert no sólo lideró a Paraguay en dos Mundiales (1998 y 2002) y tres Copas América, sino que se retiró con 68 goles anotados en su carrera, gracias a su maestría lanzando penaltis y faltas.
Estaba llamado a suceder a Cristiano Ronaldo y Leo Messi en el Olimpo del Fútbol Moderno. Por condiciones, cifras goleadoras, calidad e impacto, tenía todo para ser el rey pero el fútbol actual implica mucho más que jugar 90 minutos. A pesar de ello, Ney tiene hueco en la lista de los mejores.
Para muchos, el mejor jugador chileno de la historia. Un defensa contundente, con corazón e inteligencia, pero también la calidad para salir con el balón jugado de forma majestuosa. Fue elegido Mejor Defensa del Mundial de 1974.
En la foto, cabeceando un balón a la red, en un URSS-Chile del Mundial de Inglaterra 1966.
Llevó a Uruguay a ganar el Mundial de 1950 con el legendario Maracanazo. Cuatro años más tarde, alcanzarían las semifinales del siguiente Mundial. En el plano de clubes, brilló en Peñarol y Milan durante casi dos décadas de fútbol exquisito y goles.
En la foto, el momento que Schiaffino anota el primer gol de la final del Mundial 1950 en Maracaná.
Competir con Roberto Carlos por ser el mejor lateral izquierdo de la historia, son palabras mayores. Rock N' Roll en el Santiago Bernabéu. Un futbolista anárquico con gran capacidad defensiva y pura fantasía en ataque. Se retiró con 38 goles y 103 asistencias en su haber.
Todo un referente del Brasil más fantasista, lideró a la canarinha en los 70 y los 80. Un mediapunta con una visión excepcional, un guante para las faltas y una facilidad pasmosa para el gol, que le llevaron a superar los 500 goles en su carrera. Llegaron a llamarle El Pelé blanco.
Pocos jugadores en la historia tienen tanto gol como el Tigre. Cuando tuvo continuidad y salud, era un jugador de gol por partido. Atlético de Madrid y Mónaco fueron las plazas donde más brilló, además de su Colombia querida.
El Príncipe de Michoacán era la exquisitez hecha central. Contundente en defensa pero con un toque y pase largo exquisitos, con el añadido de acabar los partidos siempre sin despeinarse. La elegancia también es eso.
El Kun fue capital en el crecimiento del Atlético de Madrid del Cholo Simeone, pero también en el Manchester City que ha acabado por ganar la Champions. Para el recuerdo, su gol en el descuento que dio a los citizens su primera Premier League.
Su rizadísimo pelo rubio le convirtió en un icono en todo el mundo. El Pibe fue el cerebro de Colombia durante más de 110 partidos y tres Mundiales. Su forma de entender el fútbol fue comparada con el 'Jogo Bonito' de Brasil.
Tiene gol, tiene garra y tiene una presencia intimidante en el campo. 'El Matador' es historia del PSG, donde anotó 200 goles en 301 partidos y su rendimiento ayudó al crecimiento del equipo. Villarreal, Manchester United o Nápoles también vibraron con el uruguayo.
El referente de Venezuela durante 121 partidos. Un delantero con una facilidad pasmosa para el regate y una potencia en el tiro libre abrumadora, además de un luchador incansable.
Ganó 3 Copas Libertadores, fue goleador histórico de la competición. Es considerado el mejor jugador ecuatoriano de la historia.
Para muchos, el mejor lateral de la historia. Era una máquina de hacer kilómetros, banda arriba, banda abajo. Capaz de llegar al corte como el mejor defensa o de poner el balón en la cabeza del delantero, como el más fino estilista.
El Diablo tenía una inteligencia futbolística muy por encima de la media. Este todocampista mordía en la medular pero tenía un bisturí preciso para dar sus pases majestuosos y una capacidad exquisita para lanzar las faltas.
El Príncipe es una deidad en Uruguay, a la que llevó a ganar tres Copas de América (1983, 1987 y 1995) y en River Plate, donde su zancada y calidad aún son de habitual conversación en los descansos de los partidos.
El Torero era un mago con el balón que llevó su magia a Villarreal pero, sobre todo, a un Boca Juniors al que llevó a cotas insólitas, como la Intercontinental que le ganó al Real Madrid en el año 2000.
Llevó a Uruguay a la cuarta plaza en el Mundial de Sudáfrica 2010, anotando 5 goles. Cerró su carrera con 271 goles, dos Botas de Oro y siendo una leyenda viva del Atlético de Madrid y el Villarreal, donde dio su mejor fútbol.
A pesar de su juventud y de contar con pocos minutos, su palmarés no miente: ha ganado Champions League (Manchester City) y Mundial (Argentina) en una misma temporada. Un hito que ya es historia.
Inconfundible, gracias a sus imposibles indumentarias. No sólo se desenvolvía de maravilla bajo palos, sino que consiguió anotar 46 goles a lo largo de su carrera.