Lo perdieron todo: deportistas de élite que bajaron a los infiernos

Marion Jones
Mike Tyson
Allen Iverson
George Best
Evander Holyfield
Ronaldinho Gaúcho
Dennis Rodman
Boris Becker
O.J. Simpson
Paul Gascoigne
Scottie Pippen
Christian Vieri
David James
Antonie Walker
Diego Armando Maradona
Adriano Leite
Andreas Brehme
Manuel Dos Santos 'Garrincha'
Iván Zamorano
Jack Johnson
Bjorn Borg
Kenny Anderson
Leon Spinks
Emerson Fittipaldi
Mark Brunell
Michael Vick
Poli Díaz
Sheryl Swoopes
Terrell Owens
Ray Rice
Marion Jones

Fue la reina de la velocidad en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, donde ganó tres medallas de oro y dos bronces. Su sonrisa y sus marcas eran subastadas por firmas de todo el mundo pero todo cambió cuando dio positivo en un control antidopaje. Gastó toda su fortuna en pagar multas y abogados, incluso tuvo que vender sus pertenencias, entre ellas, la casa de su madre.

Mike Tyson

Uno de los mejores deportistas de todos los tiempos llegó a acumular una fortuna de 400 millones de dólares. ¿Cómo se gasta tanto dinero en una sola vida? Con un divorcio, propiedades de súper lujo, joyas, ropa, abogados y, sobre todo, varios tigres de bengala.

Allen Iverson

Uno de los casos más paradigmáticos de lo que fue la NBA hasta hace poco. Allen Iverson, MVP de 2001 y uno de los mejores anotadores de la historia, ganó 154 millones de dólares, más otro tanto en patrocinadores. Ahora, su lista de gastos es tan extravagante como extensa: 800.000 dólares en una joyería de Philadelphia, 4,5 millones por el embargo de una casa, trajes a medida que solo usaba una vez. Se retiró en 2010 y en 2012 ya tenía problemas financieros.

George Best

El mejor jugador de fútbol de la historia de Irlanda lo tenía todo: fama, calidad y dinero. Pero le faltó cabeza para gestionar la combinación. Leyenda del Manchester United, dejó varias frases para la historia como su "gasté mucho dinero en coches, mujeres y alcohol. El resto lo malgasté". Falleció en noviembre de 2005, dejando otra frase para sus fans: "No muráis como yo".

Evander Holyfield

Ni más ni menos que 250 millones de dólares ganó en toda su carrera. Todo fue dilapidado por el mítico boxeador en coches de lujo, fiestas privadas y la manutención de sus 11 hijos. Tampoco ayudó que se hiciera una casa con 109 habitaciones, 17 baños, un cine y una piscina olímpica. Tuvo que volver a los rings para recuperarse económicamente. A día de hoy, es el rey de las parrillas en Estados Unidos.

Ronaldinho Gaúcho

Ronaldinho fue, en 2006, el futbolista que más dinero ganó, con cerca de 24 millones de euros. Entre sus negocios y su carrera, el patrimonio del brasileño pudo llegar a los 100 millones de dólares. A pesar de ello, confesó tener solo 40 euros en la cuenta para, después, terminar en una cárcel de Paraguay por intentar entrar al país con un pasaporte falso.

Dennis Rodman

El Gusano era la tercera pata de los Chicago Bulls de los seis anillos. Rodman era especial en la pista, pero lo era más fuera de ellas. Su carisma le llevó a ganar más dinero con patrocinadores que por contrato, aún así, acabó debiendo más de 800.000 dólares de manutención. Para recuperarse económicamente, ha acabado convertido en personaje de reality o haciendo negocios con Kim Jong Un en Corea del Norte.

Boris Becker

Leyenda viva del tenis, ganó tres Wimbledon y llegó a ser número uno del mundo. A pesar de amasar una fortuna de 126 millones de dólares, se declaró en bancarrota en 2017, con una deuda no cifrada pero de muchos ceros con Arbuthnot Latham & Co.

O.J. Simpson

Fue el primer deportista mediático a nivel global y uno de los más grandes jugadores de NFL. Su patrimonio estimado era de 11 millones de dólares, cuando fue juzgado por el asesinato de su ex esposa, Nicole Brown, y su pareja, Ron Goldman. Fue absuelto de los cargos de asesinato pero condenado en una demanda civil que le obligó a pagar 33,5 millones de dólares a los Goldman. A día de hoy, está en la cárcel, por otros delitos no relacionados con éste. Lleva años en bancarrota.

Paul Gascoigne

Quizás, el futbolista inglés con más talento de la historia contemporánea. Gazza nunca ha escondido donde se había gastado su dinero: coches, mujeres y alcohol. A día de hoy, ha perdido su fortuna pero está rehabilitado.

Scottie Pippen

El escudero de armas de Michael Jordan en los legendarios Chicago Bull de los seis anilos, ha reconocido haber perdido más de 120 millones de dólares en negocios fallidos. Aviones, restauración y un complejo de lujo que fracasó, le costaron la bancarrota. Acabó jugando en Finlandia para recuperarse a nivel económico, ya con 42 años.

Christian Vieri

El delantero italiano ya era famoso por su afición a la noche y las fiestas en su época de futbolista en activo. A pesar de ello, ha sido uno de los mejores delanteros de la historia de Italia. Con el dinero ha sido distinto. Christian Vieri ha llegado a gastar 16 millones de dólares en fiestas, inversiones fallidas, alcohol y póker. En 2014 declaró en quiebra una empresa que montó junto a su madre, con pérdidas superiores a 14 millones de euros.

David James

Conocido como Calamity James, el portero inglés pasó por equipos como el Liverpool, Manchester United o Arsenal, para sumar más de 30 millones de libras. Dos años antes de retirarse, en 2014, se declaró en bancarrota. El divorcio de su expareja, que comenzó en 2005, le costó gran parte de esa fortuna.

Antonie Walker

Elegido en el número 6 de la ronda del Draft de 1996, ya en su primer año confirmó que iba para estrella. No terminó de explotar pero en sus 12 temporadas sumó un anillo en Miami (2006) y 108 millones de dólares. Dos años después de retirarse, en 2010, se declaró en bancarrota. Su patrimonio se fue en coches, joyas, ayudas a familiares y malas inversiones. Un clásico.

Diego Armando Maradona

Maradona era el genio del fútbol. Diego, un tipo con muchos fallos. Quizás demasiados. El héroe del Mundial de Fútbol de 1986 para Argentina, siempre fue muy aficionado a los excesos, la fiesta y la noche. Ahora, a nivel económico fue la Agencia Tributaria italiana la que le dio el mayor golpe, con los 54 millones de euros que le reclamó de impuestos atrasados.Tuvo que declararse en bancarrota en 2009.

Adriano Leite

El Emperador lo tenía todo para ser uno de los mejores jugadores de la historia. Calidad, potencia y ganas de comerse el mundo. Pero cuando su carrera apuntaba al máximo, su padre falleció. Corría el año 2004 y Adriano tenía 22 años, vivía en Milán y Brasil parecía más lejos de lo que estaba. Una depresión severa le llevó al alcohol y las drogas y aunque siguió jugando, nunca volvió a su nivel. El dinero se le fue acabando con sus vicios y ahora vive en Vila Cruzeiro, la favela más peligrosa de Brasil.

Andreas Brehme

Anotó el gol que le dio a Alemania el Mundial de Fútbol de Italia 1990 ante Argentina, convirtiéndose en héroe nacional. Ya en 2014, el diario alemán Deutsche Welle, confimó que tenía su casa hipotecada por 300.000 euros, además de un préstamo de 150.000 euros. Para pagarlo, pidió trabajo a su ex compañero Oliver Straube, como limpiador de desagües, fosas sépticas e inodoros.

Manuel Dos Santos 'Garrincha'

Para los expertos, uno de los futbolistas brasileños que podría rivalizar con Pelé en calidad y talento. Ahora, Garrincha superaba a O'Rei en vicios y adicciones. Fumador reconocido desde los 10 años, las apuestas y el alcohol le llevaron a dilapidar su fortuna. Conocido como 'La Alegría del Pueblo', llegó a reconocer hasta 14 hijos, por lo que las pensiones también le salieron por un pico. Murió en 1983, a los 49 años, completamente arruinado y con una depresión diagnosticada.

Iván Zamorano

Historia del Real Madrid de los 90, en el Inter de Milán llegó a ganar 2,5 millones de euros a finales de siglo. Tras 15 temporada en la élite, el delantero chileno no supo gestionar su patrimonio y en 2014 se declaró en bancarrota. Debía más de 3 millones de euros en créditos y se vio obligado a vender, entre otras pertenencias, 14 de sus casas.

Jack Johnson

Jack Johnson se declarón en bancarrota... ¡a los 23 años! Lo peor del asunto es que fueron sus padres, mediante un poder notarial, quienes gastaron los 18 millones que había acumulado en su carrera. Firmaron varios préstamos sobre las ganancias a futuro del jugador, para comprar coches, casas y viajes. El jugador, nacido en 1987, sigue en activo, aunque tuvo que afrontar varios juicios por lo ocurrido. Y no, no ha demandado a sus padres.

Bjorn Borg

Se retiró a los 27 años, en 1983, con 62 títulos y con la idea de dedicarse a otros negocios. La apuesta no le salió bien. Al retirarse, el tirón comercial que tenía se vino abajo y su marca Bjorn Borg Design, dedicada a productos deportivos, acabó en bancarrota en 1989. Ocho años más tarde, el gobierno sueco casi le declara a él en bancarrota por una deuda de 40.000 dólares.

Kenny Anderson

Se retiró en 2005 y decidió no esperar más. Ese mismo año se declaró en bancarrota. Reconoció no haber ahorrado nada de los 63 millones de euros que había ganado, a lo que se sumaron las grandes cantidades que pasaba, mensualmente, por la manutención de sus hijos.

Leon Spinks

El hombre que ganó a Muhammad Ali tocó techo en 1978, cuando acumulaba unas ganancias de 4,5 millones de dólares. En poco más de 20 años ya se había gastado todo su patrimonio, estaba arruinado y sin hogar. Drogas variadas y muchos enfrentamientos con la ley le costaron su fortuna. Acabó trabajando de conserje.

Emerson Fittipaldi

El campeón de Fórmula 1 tuvo que ser embargado por deudas superiores a 7,5 millones de dólares. Entre los objetos que le arrebató el fisco brasileño, el monoplaza con el que ganó el campeonato de 1983.

Mark Brunell

El jugador de los New Jersey Nets amasó una fortuna de 50 millones de dólares que invirtió en nueve hamburgueserías 'Whataburger' en Jacksonville, justo cuando empezó la crisis inmobiliaria. Cinco de las nueve quebraron, dejando al ex jugador con un saldo de 5 millones en su cuenta y una deuda de 25 millones. Se declaró en bancarrota en 2010.

Michael Vick

Fue encarcelado en 2007 por dejar que en su patio se celebraran peleas de perros. El quarterback de los Falcons de la NFL perdió así unos 140 millones de dólares y tuvo que declararse en bancarrota. Tras salir de la cárcel fichó en 2009 por los Philadelphia Eagles pero su contrato quedó lejos de ser el mejor de la historia, como sí fuera el anterior.

Poli Díaz

El Potro de Vallecas vio cómo su fama le superaba. Ocho veces campeón de Europa, su adicción a las drogas le llevó a la indigencia y a declararse en bancarrota al poco de su retirada.

Sheryl Swoopes

Una de las mejores jugadoras de la WNBA acumuló en torno a 50 millones de dólares en su carrera. Fue cara reconocible de la competición y un referente para la competición. Y a pesar de ello, perdió todo su dinero. Las malas inversiones y su representante, según la propia jugadora, la llevaron a declarse en bancarrota en 2004.

Terrell Owens

Estuvo 15 temporadas en la NFL, en las que acumuló 80 millones de dólares de ganancias. Pero inversiones ruinosas, manutenciones infantiles y malas compañías le costaron su fortuna. Asumió la quiebra en 2012.

Ray Rice

Campeón de la Super Bowl con los Baltimore Ravens en 2014, ese mismo año su vida cambió para siempre. TMZ filtró un vídeo en el que el jugador aparecía atacando a su prometida. Su equipo le apartó, mientras que la NFL le suspendió de forma indefinida. Aunque los cargos fueron retirados, Ray Rice decidió no volver a jugar en la NFL.

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