Los mayores escándalos de la historia de la Super Bowl

La Super Bowl es uno de los eventos deportivos más importantes del año y así lo ha sido desde su creación en 1967, lo que ha permitido que a lo largo de los años haya habido muchas oportunidades para las polémicas. Veamos a continuación 10 de los escándalos (deportivos y no deportivos) más relevantes de la historia de la Super Bowl.

Los Ravens estaban dominando la Super Bowl XLVII celebrada en el Superdome de Nueva Orleans, antes de que se fuera la luz en todo el estadio. National Geographic informó de que el problema había sido causado por un nuevo aparato que se había instalado para, precisamente, evitar apagones… Los 49ers estuvieron a punto de remontar tras el gran parón causado por el apagón, llegando a acercarse a la victoria con un resultado final de 34 a 31 para los Ravens.

Algunos de los miembros de la organización de los Ravens estaban muy seguros de que el apagón había sido intencionado con el objetivo de ralentizar el juego y permitir que los 49ers volvieran a meterse en el partido. Uno de los jugadores de los Ravens, Ray Lewis, afirmó: "Seguro que alguien estaba allí sentado y cuando le dijeron 'los Ravens van a machacarlos, hay que hacer algo…'. Fue un cambio en el juego importante, lo digo en serio".

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El espectáculo del descanso de la Super Bowl XXXVIII contó con la actuación de Janet Jackson y Justin Timberlake. Todo iba bien hasta que Timberlake tiró del corsé de Jackson, destapando accidentalmente uno de los pechos de la cantante. Timberlake contó a CNN que lo ocurrido " no fue intencionado… y sí lamentable".

Barret Robbins era ya un profesional de la Super Bowl que iba a ser fundamental para los Raiders en la Super Bowl XXXVII, desafortunadamente, Robbins no apareció. Sajiq Farooq de NBC informó de que Robins había dejado su hotel "sin cartera ni teléfono móvil, para irse de fiesta a Tijuana, México", el periodista también señaló que el jugador había sido diagnosticado con varios trastornos de salud mental.

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En la Super Bowl XLIX, los New England Patriots vencieron a los Seattle Seahawks con un tanto de última hora desde la línea de gol. El partido fue increíble, pero quizá el momento más memorable de la noche tuvo lugar en la actuación del descanso de Katy Perry, cuando uno de sus bailarines, que iba vestido de tiburón, parecía haber olvidado la coreografía y se paseó por el escenario aparentemente descoordinado con el resto de bailarines.

Bryan Gaw era el hombre que se encontraba bajo el traje de tiburón y en su momento explicó todo a NPR: "Existe una cosa llamada coreografía free-style, en la que te vas moviendo por ahí o juegas a ser el personaje como bailarín… Yo llevo un traje de dos metros de un tiburón azul. No hay nada guay en eso". Una explicación tan buena como cualquier otra.

Eugene Robinson se estaba preparando para la Super Bowl XXXIII en la que sus Atlanta Falcons buscaban derrocar a los Denver Broncos, cuando decidió divertirse un poco fuera del terreno de juego. Por desgracia, su entretenimiento de la noche fue el de solicitar los servicios de una trabajadora sexual que, según informó ESPN, resultó ser una policía encubierta.

Los actos de Robinson fueron una gran distracción en el partido, ya que la noticia saltó justo antes de la noche del domingo de la Super Bowl, e hizo que los Falcons perdieran estrepitosamente. Lo peor de todo es que la mujer y los hijos de Robinson habían viajado hasta el lugar para verlo jugar en el partido…

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Los Steelers superaron a los Cardinals en uno de los encuentros más dramáticos de todas las Super Bowl, pero lo que verdaderamente dejó alucinados a los espectadores fueron los 37 segundos de vídeos para adultos emitidos por Comcast en mitad del partido, según recogió ESPN. Finalmente, se descubrió que un exempleado de Comcast había manipulado intencionadamente la emisión.

El corredor de los Cincinnati Bengals, Stanley Wilson, había lidiado a lo largo de toda su carrera con su adicción a las drogas, pero en la víspera de la Super Bowl XXIII contra los Niners parecía que todo estaba solucionado. Por desgracia, la noche antes del partido, Wilson recayó y fue encontrado "en el baño de su habitación en el Holiday Inn en Plantation Florida, sudando y temblando", según señaló The Cincinnati Enquirer.

Stanley fue baneado de por vida de la Super Bowl tras el incidente, ya que se trataba de su tercera falta relacionada con un tema de drogas. Más tarde, fue condenado a 22 años de prisión en California, de acuerdo con la polémica política del Estado de 'tres faltas', según la información de The Cincinnati Enquirer.

M.I.A estaba actuando junto a Madonna, LMFAO, Nicki Minaj y Cee Lo Green en la Super Bowl XLVI cuando decidió hacer un corte de mangas al público de más de 100 millones de personas. Quizá no sea lo más loco que hemos visto en nuestras pantallas, pero cuando la NFL decidió demandarla por 16,6 millones de dólares en daños, tal y como informó Sports Illustrated, la polémica estaba servida.

Este mismo mes (febrero de 2024), el padre de Patrick Mahomes fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol. La policía señaló en el arresto: "Creemos que Patrick senior estaba impedido hasta un nivel perceptible mientras operaba un vehículo a motor en un espacio público", se podía leer en Yahoo Sports. Mahomes Jr. está preparándose para jugar con los 49ers en el gran partido de la Super Bowl de este año, ¿se verá afectado por la conducta cuestionable de su padre?

Ray Lewis ni siquiera estaba jugando en la Super Bowl XXXIV, en la que los Rams ganaron a los Titans, y aun así copó todas las portadas de la noche. Lewis y el grupo que lo acompañaba se metió en una pelea en la que dos personas acabaron falleciendo; el jugador de los Ravens fue acusado por dos cargos de asesinato, aunque la acusación fue retirada tras el testimonio de Lewis, según apuntó The Miami Herald. Los rumores y especulaciones sobre lo que realmente pasó aquella noche sigue siendo un tema candente.

Pero Ray Lewis también fue el protagonista de otra polémica de la Super Bowl, quizá menos conocida, por utilizar spray de asta de ciervo, un suplemento que contiene IGF-1, una hormona prohibida en la NFL. La información fue publicada por Sports Illustrated justo antes de la Super Bowl XLVII y fue negada rotundamente por Lewis.

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