Pasó de ser estrella mundial de fútbol a polémico político: la historia de Kakhaber Kaladze

Kakha Kaladze formó parte de aquel Dinamo de Kiev que impresionó en toda Europa a finales de los años 90 junto a otros míticos futbolistas como Shevchenko, Rebrov, Yashkin, Gusin o Vashchuk, algo que le dio el billete para convertirse en uno de los líderes de la zaga del Milán durante toda una década antes de colgar las botas e iniciar una nueva vida en el mundo de la política.

Antes de marcharse a jugar a Ucrania, Kaladze dio sus primeros pasos como futbolista en su país, Georgia, como jugador del Dinamo Tbilisi, donde debutó con sólo 16 años y permaneció cinco temporadas y consiguió seis títulos nacionales hasta que fue reclutado por el legendario entrenador ucraniano Valeri Lobanovski.

En el Dinamo de Kiev permanecería cuatro temporadas, entre 1997 y 2001, años de grandes éxitos en los que consiguieron levantar el título liguero en Ucrania durante tres años consecutivos, aunque destacaron especialmente por sus actuaciones en la Champions League, donde lograron alcanzar las semifinales en la temporada 1998-1999.

Aquel mítico equipo terminó desgajándose y sus grandes jugadores terminaron reforzando algunas de las más importantes plantillas del viejo continente. En el caso de Kaladze, fue el Milán el que se hizo con sus servicios en el verano de 2001 tras pagar por él 16 millones de euros, lo que le convirtió en el futbolista georgiano más caro de todos los tiempos.

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El defensor georgiano terminaría vistiendo la elástica rossonera durante 10 temporadas, siendo un jugador clave en la consecución de la Champions League y el título de la Serie A en la temporada 2002-2003.

En sus inicios con el Milán le tocó lidiar con la sombra de Paolo Maldini, leyenda rossonera, y, en sus últimos años, a partir de la campaña 2008-2009, con una importante lesión en el ligamento de su rodilla, a causa del cual terminó perdiendo la titularidad en el equipo milanés.

Su vida como futbolista terminaría en Italia, aunque no en el Milán, sino en el Genoa, donde disputó sus dos últimas temporadas antes de colgar las botas en 2012 tras 21 años en la élite del fútbol y como uno de los grandes líderes también de la selección georgiana, con la que fue 83 veces internacional absoluto.

Fue a partir de ese momento cuando Kaladze decidió alejarse completamente del fútbol para convertirse en político. Y es que el mismo año que abandonó el fútbol, el 7 de octubre de 2012, fue elegido para formar parte del Gobierno de Georgia.

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"Incluso viviendo en Italia ya estaba interesado en mi país, su situación política, cómo se estaba desarrollando todo. Hasta el año 2012 hubo una crisis feroz, una situación durísima democráticamente hablando. Estaba muy preocupado, porque daba la sensación que habíamos retrocedido muchos años", dijo en una entrevista a Relevo.

"Cuando dejé el fútbol rápidamente entré en política, porque precisamente quería cambiar todo esto. Con mi partido ganamos las elecciones en 2012 (desbancando así al Movimento Nazionale Unito). (…) Hemos cambiado muchas cosas en un país que sigue desarrollándose y creciendo. Tenemos paz, seguridad, y económicamente estamos mucho mejor", añadió.

Kaladze lideró junto al multimillonario Bidzina Ivanichvili la coalición 'Sueño Georgiano', conformada por seis partidos y que, originalmente, se declaró originalmente como un partido proeuropeo de centroizquierda, que buscaba una mejor integración del país con Occidente y la OTAN y que, con el tiempo, pasó a tener una ideología euroescéptica iliberal y conservadora.

El primer cargo como político en el gobierno de Georgia fue el de ministro de Desarrollo Regional y de Infraestructuras, puesto que compaginó con el de viceprimer ministro a partir del año 2013 para convertirse además con el tiempo en el secretario general de la formación a nivel nacional.

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Seis años después de su irrupción en la política, en 2017, Kaladze cambió el Gobierno por la alcaldía de Tbilisi, la capital de Georgia, que ganó sin paliativos con un 51,13% de los votos, un apoyo que se incrementó en su reelección en 2021 para el puesto, alcanzando un 55,61% de apoyos.

En el puesto de alcalde de Tbilisi se ha asentado como un dirigente polémico, especialista en levantar todo tipo de escándalos por sus declaraciones públicas, aunque también por la gestión política en el país en los últimos años por parte de los partidos de la oposición.

Kaladze ha sido uno de los grandes valedores e importante defensor del actual presidente del país -que alcanzó el poder en diciembre de 2024-, el también ex futbolista y ex compañero suyo en la selección georgiana Míjeil Kavelashvili, quien alcanzó al poder entre multitudinarias protestas.

"Felicito pueblo de Georgia por la elección de un nuevo presidente. Míjeil Kavelashvili es una persona al que siempre ha defendido la dignidad de Georgia y ha luchado por las victorias del país. Ahora, más que nunca necesitamos, precisamente, un presidente así de patriótico", escribió Kaladze en sus redes sociales tras su elección.

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Y es que, en estos últimos tiempos, a Kaladze, Kavelashvili y su formación ‘Sueño Georgiano’ le está tocando lidiar con las acusaciones de su acercamiento a Rusia en detrimento de la Unión Europea, tal y como criticaba la presidenta saliente Salomé Zourabichvili, que los criticó de mentir y de estar estableciendo "un estado de tipo ruso".

Una situación compleja por la amenaza continua sobre sus fronteras por parte de Rusia, que Kaladze gestiona desde la alcaldía de la capital y su puesto de secretario general del partido, mientras de forma paralela continúa amasando su propia fortuna como empresario.

Y es que el ex futbolista del Milán es también propietario de uno de los restaurantes más importantes en la ciudad italiana, 'Gianino', además de dirigir un holding, Kala Capital, que fundó en 2007 cuando aún era futbolista, y que acapara negocios en los sectores bancario, energético e inmobiliario entre varios países: Italia, Georgia, Ucrania y Kazajistán.

Político, empresario y hombre solidario que también puso en marcha una organización benéfica en torno a Kala Capital además de ser embajador de la organización Aldeas Infantiles SOS. Hombre multifacético y polémico que dejó huella en el mundo del fútbol y ahora lo está haciendo también en la política.

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