Pesadilla en la Saudi Pro League: algunas de sus estrellas estallan e intentan 'escapar'
Aunque la mayoría de las grandes estrellas que llegaron procedentes de Europa parece que se han adaptado sin problemas al fútbol saudí, con Cristiano Ronaldo a la cabeza como gran defensor y pionero de este megaproyecto deportivo, poco a poco han ido surgiendo voces críticas entre ellos que hacen pensar que, quizás, no es oro todo lo que reluce.
El caso más sonado es, sin duda, el de Karim Benzema. Tras ganar el Balón de Oro por su último y brillante año con el Real Madrid, el delantero francés fichó por el Al-Ittihad de Jeddah el 6 de junio de 2023, cumpliendo un sueño: "Soy musulmán y creyente, así que era importante para mí estar en un país musulmán. Tengo ganas de vivir aquí", dijo entonces.
Tras la celebración del Mundial de Clubes, en la que cayeron en cuartos de final, y la importante derrota frente al Al-Nassr de Cristiano Ronaldo, a Karim Benzema le empezaron a llover las críticas de los aficionados del Al-Ittihad. Incluso, recibió amenazas que lo obligaron a cerrar su cuenta oficial de Instagram.
A consecuencia de ello, el delantero francés ha ido engordando una situación de indisciplina que comenzó con su marcha injustificada de Jeddah antes del último partido de la primera vuelta de la Saudi Pro League, y que ha continuado al no aparecer en tres entrenamientos y por llegar tarde a la concentración del equipo para su pretemporada de enero -esta sí justificada-.
Todo esto llevó a su entrenador, el argentino Marcelo Gallardo, a apartarlo del equipo dejándolo fuera de una gira de amistosos que el Al-Ittihad disputaba en enero en Dubái, mientras que el propio Benzema ha pedido al club salir, cansado por la presión y las críticas.
Aun así, Benzema nunca ha estado cómodo en el Al-Ittihad. La situación que vive con Gallardo, ya la tuvo antes con su anterior entrenador en el club, Nuno Espírito Santo, con el que tuvo una tensa relación que terminó con el portugués fuera del banquillo del equipo saudí.
El futuro de Benzema está en el aire y, mientras el Al-Ittihad le ha puesto sobre la mesa dos opciones, quedarse o marcharse cedido a otro equipo saudí, el francés se ha mostrado dispuesto a regresar a Europa, a la Premier League o al club con el que se hizo futbolista, el Olympique de Lyon.
Otro futbolista que ya se ha mostrado crítico con la Saudi Pro League es el hispano-francés Aymeric Laporte, que se marchó del Manchester City a cambio de 27,5 millones de euros para firmar con el Al-Nassr de Cristiano Ronaldo el 24 de agosto de 2023.
En una entrevista concedida al diario deportivo español AS en enero de 2024, coincidiendo con la mitad de su primera temporada en Arabia Saudí, el zaguero hablaba de la 'Cara B' del fútbol en el país árabe asegurando que "no nos han puesto demasiadas facilidades. De hecho, hay muchos jugadores que están descontentos".
Un descontento que el propio Laporte separa en distintos aspectos. Uno de ellos el económico: "Negocias una cosa y luego no te la aceptan después de habértela firmado. Te la pelean… Es un poco un rollo que en Europa no sé yo…", aseguraba Laporte, quien, sin embargo, apuntaba quitándole hierro a sus palabras que "lo mismo que te quitan en eso te dan en otros aspectos".
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Por otro lado, también, el trato que se da a los jugadores: "Sí nos cuidan, pero no suficientemente para mi gusto. Es decir, que en Europa te pagan un buen sueldo, pero te cuidan bastante más", apuntaba Laporte.
A ello, el francés añadía el ritmo de partidos que tienen sobre sus piernas: "Jugamos partidos cada tres días y es agotador. Diría que es más agotador que aburrido. Se juegan muchos partidos y muy seguidos, y eso no te permite descansar demasiado. Entre eso y que luego vas a la Selección y no te dan días libres y tal, mentalmente y físicamente es complicado".
Peor aún incluía un tercer aspecto que destacaba en la entrevista, la calidad de vida que tienen en Arabia Saudí, en su caso en la ciudad de Riad: "Me esperaba algo distinto, porque al final aquí te pasas tres horas al día en el coche. Riad es una pasada de tráfico, de tiempo perdido dentro del coche".
Con todo ello, cuestionado sobre si le gustaría regresar a Europa, Laporte no cerraba las puertas a esa posibilidad ante su situación actual: "De momento, no me lo he planteado, pero si estoy decepcionado en tan poco tiempo, te preguntas qué hacer. Aún no ha llegado ese momento, pero de cara al futuro podría serlo si esa dinámica sigue así".
Peor caso que el suyo ha sido el del portugués Jota, para quien la pesadilla en Arabia Saudí comenzó apenas un mes después de dejar el Celtic de Glasgow, donde se había convertido en un ídolo para su afición, por el Al-Ittihad, siendo uno de los primeros fichajes europeos del frenético verano de 2023.
Jota llegaba a Jeddah firmando el mejor contrato de toda su carrera, 10 millones de euros anuales para un periodo de tres años, pero, en menos de dos meses, a finales del mes de agosto ya se empezó a rumorear con que su nuevo equipo no lo quería.
La principal razón que se esgrimía desde la prensa saudí es que los aficionados y los dirigentes del Al Ittihad, el actual campeón de la Saudi Pro League no estaban nada contentos con la contratación del bueno de Jota, simplemente porque no tiene la vitola de estrellas como otros futbolistas que habían llegado al equipo o la competición.
A pesar de todas las noticias surgidas en aquel momento, finalmente Jota no se marchó del equipo y se quedó como uno más de los miembros de la plantilla del Al Ittihad. Eso sí, sin posibilidad ninguna de jugar, ya que ni siquiera lo inscribieron para la Saudí Pro League.
Y es que, tal y como publicó el diario portugués A Bola haciéndose eco de otra información del Al Riyadh, los clubes saudíes sólo tienen derecho a seleccionar ocho jugadores extranjeros, por lo que el Al-Ittihad decidió sacrificar, entre otros, a Jota, que ha podido jugar en la competición. Encerrado en la ‘cárcel de oro’ árabe y sin disfrutar del fútbol.
Una situación límite a la que llegó también el ex centrocampista del Liverpool Jordan Henderson, quien, en su caso, si ha tenido la posibilidad de ‘escapar’ del campeonato saudí después de romper su contrato con el Al-Ettifaq el 18 de enero de 2024 para marcharse a jugar al Ajax de la Eredivisie neerlandesa.
Henderson nunca llegó a adaptarse a Arabia Saudí, hasta el punto de que, en el tiempo que ha estado vistiendo la camiseta del Al-Ettifaq ni siquiera ha vivido en la ciudad de Damman, de donde procede el club, sino que ha estado residiendo en el hotel Four Seasons de Bahréin, a 50 minutos en coche de allí.
Su fichaje ya sorprendió desde el minuto uno, ya que Henderson siempre ha sido un fiel defensor de los derechos LGBTQ+ y, como capitán, solía portar con asiduidad el brazalete arcoíris. Fue entonces cuando se justificó en una entrevista a The Athletic: "Mis valores no cambiarán en un país diferente donde las leyes del país pueden ser diferentes".
Pero la realidad es que, finalmente, su aventura árabe apenas se ha alargado durante seis meses, no se sabe si por una cuestión de valores o, simplemente, por el nivel del campeonato saudí, que, como indicaba un empleado del Al-Ettifaq en unas declaraciones recogidas por Relevo, "hay mucha diferencia entre los extranjeros y los locales. (…) Tácticamente no hay nada".
En su presentación con el Ajax, Henderson dio alas a ambas opciones, asegurando, primero que se ha ido por "una decisión futbolística", aunque se negó a criticar al campeonato saudí y, por otro lado, por disculparse con los seguidores LGBTQIA+ por si se sintieron decepcionados por su paso por Arabia Saudí.
"Fue en gran medida una decisión futbolística. Por supuesto que tengo que tomar la decisión por mí sobre lo que es mejor para mí y mi familia también", dijo Henderson, a la vez que apuntó: "Tengo pleno respeto por la liga árabe, por los aficionados del club, por la gente de allí que realmente nos hizo sentir bienvenido. Pero desafortunadamente estas cosas en la vida a veces simplemente no funcionan en el futbol y en la vida en general".
Además, según 'The Telegraph', Henderson podría no percibir nada del salario de 408.000 euros semanales que firmó por la decisión de diferir los pagos para no pagar impuestos en el Reino Unido, y ahora que Al-Ettifaq podría no abonarle nada por sus seis meses en el club debido a la abrupta salida.
Pero, como apuntaba Laporte, hay más jugadores que no están a gusto en Arabia Saudí. Algo a la que también hacía referencia el columnista del diario británico The Sun Charlie Wyett a mediados de octubre de 2023, "algunas estrellas odian cada segundo que pasan en Arabia Saudí".
"Varias estrellas que se mudaron a Arabia Saudí lamentan profundamente haberlo hecho. Algunos odian cada segundo allí", destacaba Wiett.
Sin dar nombres, el periodista hablaba de "situaciones embarazosas" que han hecho que algunos de ellos ahora se arrepientan de haberse ido allí y "ahora quieren volver a casa", pero los "contratos inquebrantables" que firmaron en su día lo impiden.
Entre esas "situaciones embarazosas" de las que habla, podrían estar el jugar en estadios con instalaciones precarias, muy lejos de las que existen en Europa; una mala organización en general; poco público; o que los futbolistas se aburren por el estilo de vida del país, que viven en hoteles o que aún están a la espera del visado para sus familias.
De momento estos cuatro nombres son los que más trascendencia han tenido en cuando a las grietas de la multimillonaria Saudi Pro League, que debe mirar de reojo lo que ya pasó hace unos años en China, donde comenzaron de la misma manera hasta que estalló la burbuja. ¿Saldrán nuevos futbolistas críticos?
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