Por qué en España los árbitros siempre tienen dos apellidos

El árbitro, un personaje fundamental
Los dos apellidos de los españoles
Rebuscando en la historia
Obra del dictador Franco
Evitar malentendidos y suspicacias
Ángel Franco Martínez
Palabras y gritos contra Franco
Guardando sus espaldas (y su honor)
La censura decidió que se los nombrara por sus dos apellidos
Nunca arbitró en una Copa del Generalísimo
En el punto de mira de ETA
‘Primero este Franco y luego el de Madrid’
Objetivo: el derbi vasco
La falsa lesión por la que se salvó
Consejo de Guerra contra ETA
Uno de los mejores árbitros de la época
Aún perdura la tradición de los dos apellidos
El árbitro, un personaje fundamental

En cualquier partido de fútbol, el árbitro es un personaje fundamental. Su nombre se escucha en numerosos momentos del encuentro. Atkinson, Oliver, Pitana, Cakir, Rocchi, Kuipers, Brych, Skomina,… son algunos de esos nombres si, por ejemplo, vemos un partido de competición europea. En España, es otra cosa: en la imagen, Medina Cantalejo mostrando la roja.

Los dos apellidos de los españoles

¿Pero qué pasa si quien arbitra es un español? Burgos Bengoetxea, Martínez Munuera, Mateu Lahoz, Gil Manzano, Iglesias Villanueva, Hernández Hernández, Arbeloa Rojas,… Claro, cualquiera se podrá preguntar por qué a todos ellos se les conoce por sus dos apellidos…

Rebuscando en la historia

No es solamente porque en España tengamos dos apellidos y solamos utilizar ambo. El tema de los árbitros españoles tiene su historia. Y no hay que remontarse mucho en el pasado, tan solo a los años 70 del siglo pasado. Al franquismo y sus peculiaridades.

Obra del dictador Franco

El tema surgió en la última década de la dictadura y fue el propio dictador, Francisco Franco,  aficionado confeso al fútbol, quien estuvo detrás de este hecho tan curioso.

Evitar malentendidos y suspicacias

¿Y por qué a Franco le podría importar que a los árbitros se los nombrara con uno o dos apellidos? Algo que, en principio, no debería tener relación ninguna, acabó por tenerla, ya que el dictador trató de evitar con ello malentendidos.

Ángel Franco Martínez

Resulta que en aquellos años, surgió del Colegio Murciano de Árbitros un joven colegiado llamado Ángel Franco Martínez, pero al que, sobre el césped, se le conocía como Franco, cumpliendo con la normativa de entonces.

Palabras y gritos contra Franco

Ningún árbitro es infalible y, claro, Franco (el colegiado) tampoco lo era. Sus actuaciones, como las del resto, también alentaban a prensa y aficionados a la crítica. Y, claro, titulares como que “Franco no estuvo bien” o gritos de “Franco que malo eres”, al dictador le chirriaban.

Guardando sus espaldas (y su honor)

Franco (el dictador) también se temía que aquellas frases criticando al árbitro acabaran convirtiéndose en críticas veladas hacia él y su régimen.

La censura decidió que se los nombrara por sus dos apellidos

Por ello, la censura del franquismo ordenó a partir de entonces que en prensa, radio y televisión a los árbitros se los designara por sus dos apellidos, sobre el campo y sobre el papel. De modo que nadie pudiera confundirse cuando hablaba de Franco o de Franco Martínez.

Nunca arbitró en una Copa del Generalísimo

A pesar del cambio, a Franco Martínez jamás le permitieron arbitrar una Copa del Generalísimo (actual Copa del Rey), para evitar que desde la grada se profirieran insultos utilizando el nombre del dictador.

En el punto de mira de ETA

Su apellido no solo le trajo problemas en ese sentido a Franco Martínez, sino también alguno bastante más preocupante. Y es que el murciano, según relata Superdeporte, estuvo en el punto de mira de la banda terrorista ETA por ello.

‘Primero este Franco y luego el de Madrid’

No es que él se hubiera posicionado a favor del régimen, del dictador o en contra del pueblo vasco. Es que por el mero hecho de apellidarse Franco quisieron asesinarlo. ETA pretendía (según la historia o leyenda) "acabar con este Franco y luego con el de Madrid".

Objetivo: el derbi vasco

El atentado contra él (cuentan en Superdeporte) estaba planeado en el estadio de Atocha, en San Sebastián, en el derbi vasco en el que se enfrentaban la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao y que le tocaba arbitrar.

La falsa lesión por la que se salvó

Sin embargo, finalmente salvaría su vida. Garicano Goñi, secretario del ministro de Gobernación, Camilo Alonso Vega (en la foto), convocó en Murcia a Franco Martínez en vísperas de un derbi vasco para decirle que no arbitraría ese encuentro y que debía fingir una lesión, razón que le alegó ante el Comité de árbitros.

Consejo de Guerra contra ETA

Aquello salvó la vida del colegiado murciano y rompió con los planes de ETA, que por aquel entonces estaba siendo objetivo de un Consejo de Guerra contra destacados militantes que se estaba celebrando en Burgos.

Uno de los mejores árbitros de la época

Tras aquello -y tras la muerte del otro Franco- llegarían los reconocimientos para Franco Martínez. En 1978 llegó a arbitrar un partido del Mundial de Argentina, en Copa de Europa y acabó considerado como uno de los mejores colegiados españoles de la época. ¡Y dirigió una final de la Copa del Rey! Algo que, después haría dos veces más…

Aún perdura la tradición de los dos apellidos

Tras 15 años en activo se retiró y formó parte de la directiva del Comité Técnico de Árbitros, dejando tras de sí una historia de película y una tradición que se mantiene hasta nuestros días: que a los árbitros españoles se los conozca por sus dos apellidos.

ADEMÁS: El sorprendente antes y después de las estrellas de fútbol

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