¿Qué pasó con la tenista Martina Hingis?
Para quien no lo sepa, Martina Hingis (1980) y Roger Federer (1981) se llevan tan sólo un año. El tenista suizo ha mantenido la vigencia más allá de los 40, mientras que su compatriota suena a recuerdo glorioso de un tenis pretérito. Ahora, menudo recuerdo.
Elegante como pocas, Martina Hingis parecía flotar sobre la pista de tenis, hasta que soltaba su derecha y demostraba que su dulce aspecto nada tenía que ver con su sed de victoria. Eso le llevó a ser la más grande. ¿Sabes qué ha sido de ella?
Para conocer el origen de Martina Hingis, toca remontarse muchos años antes de su debut como profesional, cuando tenía tan sólo 14 años, en el Open de Zúrich de 1994.
De hecho, que estaba destinada a ser una tenista de leyenda lo sabían sus padres cuando le pusieron Martina de nombre, en honor a la mítica Martina Navratilova.
Ni siquiera el divorcio de sus padres le apartó de su camino a la cima. Eso sí, hizo que cambiara su Kosice (Eslovaquia) natal por Suiza, donde su madre, Melanie Molitor, comenzó a entrenarla, con apenas 4 años.
Y así es como llegó a ese Open de Zúrich de 1994. Quienes la veían jugar por primera vez ya alumbraban la campeona que se venía. Quizás no esperaban que sus logros fueran tan precoces.
Y es que tan sólo dos años más tarde, Martina Hingis alcanzaría el número uno de la WTA, convirtiéndose en la jugadora más joven en lograrlo. Tenía 16 años, 6 meses y un día y su récord aún sigue vigente.
Se mantuvo 209 semanas en el número uno y, entre 1997 y 1999, acumuló los 5 Grand Slam que ganó en toda su carrera (Australia 1997, 1998 y 1999), Wimbledon (1997) y el US Open (1997).
Con tan sólo 19 años, Martina Hingis era una leyenda viva del tenis, llamada a reventar todos los récords habidos y por haber. O eso pensaba todo el mundo. Menos ella.
Mientras, su temperamento le jugaba malas pasadas cuando las cosas se torcían en la pista (para el recuerdo quedan sus lágrimas tras perder la final de Roland Garros contra Steffi Graff en 1999), la prensa escudriñaba todo su entorno.
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Relaciones, pasión por los caballos, las diferencias entre sus padres... Todo en torno a Martina Hingis se hacía público y ella, mientras tanto, iba perdiendo su estrella poco a poco.
A todo esto se sumaron sus problemas de ansiedad y las lesiones que, en esta ocasión, llegaron de la mano y sin saber cuál de ellos lo hizo primero.
Así, en 2001, la campeona suiza tuvo que pasar dos veces por el quirófano para operarse de los ligamentos de su tobillo derecho. Una lesión tan grave que la llevó a la retirada con tan sólo 22 años.
Fue la propia Martina Hingis quien, para sorpresa de muchos, anunció su retiro en el diario deportivo 'L'Equipe': "No tengo planes de volver. He sido número uno y sé exactamente lo que se requiere para volver a serlo. Creo que no estoy capacitada ahora mismo para ello", aseguraba.
Eso sí, la tenista suiza no lamentaba su decisión. "Soy feliz. Tengo una vida completa fuera del tenis, un caballo y vivo en un país que amo (Suiza). Por ahora, no voy a volver a las pistas", sentenciaba.
Pero volvió. Lo hizo en 2006 y se mantuvo en la élite durante tres años más, en los que llegó a ser 6ª en el ranking WTA y ganó tres títulos individuales. Pero de nuevo las lesiones y un positivo en Wimbledon hicieron que anunciara una nueva retirada.
De hecho, el positivo fue confirmado en enero de 2008 y, de haber seguido jugando, habría afrontado una sanción de dos años, a contar desde el 1 de octubre de 2007. Se retiraría el 1 de noviembre de 2007.
Y como no hay dos sin tres, Martina Hingis volvió al tenis profesional en julio de 2013. Lo hizo como especialista en dobles en el 'Southern California Open', junto a Daniela Hantuchova y en esta última resurrección demostró que seguía siendo diferencial.
Antes de retirarse en octubre de 2017, la tenista suiza sumó 10 torneos de Grand Slam (4 en dobles femeninos y 6 en dobles mixtos) y una medalla de plata junto a Timea Bacsinszky en dobles femenino en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016.
De paso, Martina Hingis se fue como le hubiera gustado hacerlo en 2002, como número 1 del mundo, esta vez en el ranking de dobles, que dominó con puño de acero en esta última resurrección.
Al final, Martina Hingis se retiró tras 23 años en la élite salpicados por sus dos parones temporales. Cuesta no imaginar lo que podría haber sido esta leyenda del tenis de no haber tenido lesiones.
"Siempre formaré parte del tenis. Ahora necesito alejarme un tiempo pero, luego, tal vez pueda ayudar a mi madre con su academia. Voy a echar de menos el día a día, entrenar. Y luego están los viajes, que no añoraré de ningún modo", aseguraba en su comunicado de despedida.
De hecho, en una entrevista a Blick, tres años después de su retirada, mantiene la idea de que no echa de menos viajar, pues el circuito WTA implica viajar "40 semanas al año. Ahora viajo 2 o 3", asegura en la entrevista. (Un año tiene algo más de 52 semanas).
Lo mejor no es lo que viaje ahora, sino con quién lo hace: con su marido, el médico deportivo Harald Leemann, y la pequeña Lia, nacida en marzo de 2019.
Foto: Instagram - @martinahingis80
Entonces, ¿a qué se dedica ahora Martina Hingis? A disfrutar la vida y de los cerca de 25 millones de dólares que acumuló a lo largo de su carrera.
Foto: Instagram - @martinahingis80
No hay más que echar un ojo a su perfil de Instagram, donde es muy activa, para comprobar que sus aficiones son las de cualquier otro ser humano, con la diferencia de los Grand Slam.
Foto: Instagram - @martinahingis80
Esquí, caballos, paseos por la montaña, playa, su hija Lia y, obviamente, tenis. Exhibiciones, eventos y partidos amistosos, pero siempre desde la tranquilidad que da el retiro.
Foto: Instagram - @martinahingis80
De hecho, a pesar de estar a tan sólo una hora en coche de Zúrich, Martina Hingis tiene fijada su residencia en Bad Ragaz, donde tiene un terreno enorme en plena naturaleza con un establo para sus caballos. Idílico.
Foto: Instagram - @martinahingis80
Y sí, como dijo en su despedida, ayuda a su madre en su club de tenis. "Entreno jóvenes talentos junto a mi madre tres veces por semana", confirma a 'Blick'.
Así las cosas, lo que bien podría haber sido un revés de la vida para Martina Hingis, con su prematura retirada, se ha convertido en un sueño familiar cumplido dos décadas más tarde. Y es que, para revés, el de dos manos de la suiza.
Foto: Instagram - @martinahingis80