Apuñalada en la pista: el terrible suceso que cambió la vida de Mónica Seles

El incidente que sacudió al mundo del tenis
¿Qué pasó exactamente?
Una tenista prometedora
Ganó ocho grand slams de adolescente
Seles tenía un estilo único
Un partido para el recuerdo
Un fan de Steffi Graf
La jugadora no entendía que estaba ocurriendo
El cuchillo casi le atraviesa la espina dorsal
El incidente que sorprendió al mundo
Una sentencia de suspensión
La justicia no estaba de su parte
La indignación de Mónica Seles
Una recuperación lenta
Una jugadora muy diferente
Consecuencias físicas y mentales
Seles prefiere no hablar del tema
Fue muy duro para su carrera
Sirvió de inspiración para las nuevas generaciones
Alusiones de la más grande del tenis
Se ha mantenido fuera de la vida pública
Su trabajo en organizaciones benéficas
El incidente que sacudió al mundo del tenis

El tenis es un deporte que a menudo se relaciona con la gracia, la elegancia y la deportividad. Sin embargo, hay un incidente en la historia del tenis que causó un gran shock en todo el mundo: el apuñalamiento en la pista de una de las mejores jugadoras de tenis de todos los tiempos, Mónica Seles.

 

¿Qué pasó exactamente?

El incidente tuvo lugar el 30 de abril de 1993 durante el partido de cuartos de final entre Seles y Magdalena Maleeva en el Abierto de Hamburgo en Alemania. Ni que decir tiene que cambió por completo la vida de esta exitosa tenista.

Una tenista prometedora

A principios de los 90, Mónica Seles se había revelado ya como una de las mejores jugadoras de tenis del mundo. Nacida en Yugoslavia en 1973, Seles se mudó a Estados Unidos con su familia cuando tenía 13 años.

 

Ganó ocho grand slams de adolescente

Se convirtió en jugadora profesional de tenis en 1989 y para 1992 ya había ganado ocho títulos de Grand Slam (todos antes de cumplir los 20 años), incluyendo el Abierto de Australia, el de Francia y el de Estados Unidos, algo que la colocó en el número uno del ranking mundial femenino de tenis.

Seles tenía un estilo único

Mónica Seles tenía un estilo único a la hora de jugar que era agresivo y potente a partes iguales. A menudo, la jugadora emitía gruñidos y alaridos cuando golpeaba la bola, algo que les parecía muy molesto a algunas de sus oponentes. A pesar de eso, Seles era admirada por su atletismo y habilidad para dominar a sus rivales.

 

Un partido para el recuerdo

El Abierto de Hamburgo de 1993 era el primer torneo de Mónica Seles tras dos meses de parón. Durante el partido de cuartos de final contra Magdalena Maleeva, Seles iba ganando 6-4 y 4-3, en ese momento se sentó durante uno de los cambios del partido.

Un fan de Steffi Graf

De repente, de la nada, un hombre apareció en la pista y apuñaló a Seles por la espalda con un cuchillo de 22 centímetros. El atacante fue identificado como Günter Parche, un fan de la también jugadora de tenis Steffi Graf, la cual era la principal rival de Seles en aquel momento.

 

La jugadora no entendía que estaba ocurriendo

"Recuerdo estar sentada secándome con la toalla; después me agaché a coger una botella de agua", explicó Mónica Seles tras el suceso, cuyas palabras fueron recogidas por el medio 'Cult Tennis'. "No había ni empezado a beber cuando sentí un dolor terrible en la espalda. Mi cabeza se giró inmediatamente hacia el lugar donde me dolía y entonces vi a un hombre con una gorra y una mirada horrible en la cara que llevaba un cuchillo muy largo. Intentó atacarme de nuevo. No entendía lo que estaba pasando…".

 

El cuchillo casi le atraviesa la espina dorsal

Günter Parche fue detenido por los fans antes de que pudiera atacar de nuevo a la tenista. Mónica Seles fue llevada rápidamente al hospital, donde observaron que el cuchillo había estado muy cerca de atravesar su espina dorsal. La jugadora tuvo que ser operada y estuvo hospitalizada durante varios días.

 

 

El incidente que sorprendió al mundo

El apuñalamiento llegó a todos los rincones del mundo del tenis. Jugadores, profesionales y fans quedaron conmocionados tras el incidente que parecía no tener ninguna explicación. Mónica Seles tenía solo 19 años en aquel momento y tenía toda su carrera por delante. El incidente cuestionó las medidas de seguridad y la propia seguridad que los jugadores tenían durante los torneos.

Una sentencia de suspensión

Günter Parche fue arrestado y acusado de causar grandes daños en el cuerpo de la tenista. Y aunque fue declarado culpable, su sentencia se redujo a una simple suspensión, algo que provocó la ira de Seles y de otras muchas personalidades del mundo del tenis. Parche nunca llegó a entrar en la cárcel.

 

La justicia no estaba de su parte

"¿Qué tipo de mensaje se está enviando al mundo?", se preguntaba Mónica Seles en un comunicado publicado por 'International Management Group', la empresa de representación con la que trabajaba. "El Sr. Parche ha admitido que me acosaba, que me apuñaló y que intentó apuñalarme una segunda vez. Y ahora la justicia dice que no tiene que ir a la cárcel por su crimen premeditado".

La indignación de Mónica Seles

"Él puede seguir con su vida, pero yo no puedo porque aún me estoy recuperando de su ataque, que podría haber sido mortal", concluía Seles en su comunicado.

 

Una recuperación lenta

La recuperación de Mónica Seles tras el apuñalamiento fue lenta y dolorosa. La tenista tuvo que tomarse un descanso forzado de dos años para recuperarse y someterse a rehabilitación. Durante ese tiempo, Seles sufrió depresión y ansiedad, y había serias dudas de que volviese a practicar el deporte que tanto amaba.

Una jugadora muy diferente

Cuando Seles finalmente volvió al tenis en 1995, nadie tenía claro que fuera a ser la misma jugadora que era antes del ataque. Tuvo problemas de confianza y de forma física, y no conseguía dominar a sus oponentes como lo había hecho en el pasado.

 

Consecuencias físicas y mentales

Y aunque consiguió ganar un título más de Grand Slam en 1996, estaba claro que el ataque le había afectado tanto física como mentalmente.

Seles prefiere no hablar del tema

A día de hoy, Mónica Seles no quiere hablar del incidente, aunque sí ha comentado el impacto que supuso para ella en entrevistas posteriores a su retirada del tenis. En 2003, Seles habló con el medio 'The Hindu' sobre su apuñalamiento ocurrido diez años antes.

 

Fue muy duro para su carrera

"Me quitó los mejores años de mi carrera tenística, eso está claro", dijo Seles en la entrevista. "No creo que me dejara muchos más años. La verdad es que sigue siendo algo muy raro para mí. Soy la única persona en el mundo del deporte a la que le ha pasado esto. Pero no quiero revivir lo que pasó en Hamburgo en mi cabeza. No es alegre, no fue divertido", explicaba Seles.

Sirvió de inspiración para las nuevas generaciones

A pesar del trauma físico y mental que sufrió, Mónica Seles sigue siendo una de las tenistas más influyentes y queridas de todos los tiempos. Su estilo de juego agresivo y su dominio del deporte a principios de los 90 sigue inspirando a las nuevas generaciones de jugadoras, muchas de las cuales aseguran que fue Seles la que les abrió el camino del éxito.

 

Alusiones de la más grande del tenis

Una de esas jugadoras es Serena Williams, que ha hablado de la tenista como una de sus mayores inspiraciones: "Ella fue la primera persona que vi que era luchadora y que ofrecía un estilo de juego diferente".

Se ha mantenido fuera de la vida pública

Mónica Seles se retiró del tenis profesional en 2008, y desde entonces se ha mantenido fuera de la vida pública. Ocasionalmente, se la puede ver en algunos torneos de tenis y eventos, pero sobre todo se ha centrado en su vida privada y en su trabajo benéfico.

 

Su trabajo en organizaciones benéficas

Seles ha estado involucrada en muchas organizaciones benéficas a lo largo de los años, incluyendo la fundación 'Laureus Sport for Good', que promueve el uso del deporte como herramienta para fomentar los cambios sociales. Además, Seles ha trabajado como embajadora de organizaciones que se centran en la lucha contra la violencia de género y la salud mental.

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