El escándalo del Real Madrid con los árbitros que sacude a todo un país
Señalados desde hace tiempo en medio de un ambiente enrarecido a causa de la explosión del 'Caso Negreira', el colectivo arbitral se ha convertido en el foco de las críticas cada vez que los colegiados cometen algún fallo que pueda dar pie a suspicacias y el Real Madrid, con Florentino Pérez a la cabeza, se ha convertido en uno de sus principales detractores.
Prueba de ello es el último movimiento que ha hecho el club blanco desde los despachos: el envío de una durísima carta a través de la cual han hecho llegar a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) una protesta formal y firme por la actuación arbitral tras la incendiaria polémica del partido de Liga contra el Espanyol.
En ese encuentro, celebrado en el estadio de Cornellá, los blancos cayeron derrotados por un gol del lateral Carlos Romero, que debió ser expulsado minutos antes por una dura entrada por detrás en la que derribó a Kylian Mbappé con un planchazo a la altura de su rodilla. Una jugada que fue sancionada con tarjeta amarilla y ni siquiera entró a valorar el VAR.
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No fue la única jugada que ha indignado al madridismo en este último encuentro de Liga. Y es que el árbitro Muñiz Ruiz -al igual que Iglesias Villanueva desde la sala VAR- tampoco consideró sancionable otro pisotón a Vinicius, anuló un gol legal al brasileño y no señaló un claro penalti por mano de un defensor del Espanyol.
La tensión entre los blancos y el Comité Técnico de Árbitros (CTA) viene de lejos y es algo que ha quedado patente a lo largo de la presente temporada con las innumerables críticas que cada fin de semana se vertían contra las actuaciones de los colegiados y contra La Liga a través del canal de televisión oficial del club: 'Real Madrid TV'.
Sin embargo, lo sucedido en Cornellá los ha llevado a ir un paso más allá y dejar de atacar al estamento arbitral y a la institución liguera de forma 'indirecta' para lanzarlos un dardo directo con esta carta enviada bajo el título de 'Protesta formal sistema arbitral', dirigida directamente al presidente de la RFEF, Rafael Louzán, y con copia al Consejo Superior de Deportes (CSD).
En el texto advierten que "los hechos ocurridos han sobrepasado cualquier margen de error humano o de interpretación arbitral" y "representan la culminación de un sistema arbitral completamente desacreditado, en el que las decisiones en contra del Real Madrid han alcanzado un nivel de manipulación y adulteración de la competición que ya no puede ser ignorado".
El club merengue denuncia, además, el "doble rasero con el que se arbitra al Real Madrid" y advirtió, en referencia a la jugada entre Mbappé y Romero que, a causa de su decisión "manifiestamente errónea", habían dejado "impune" una agresión que "en cualquier otra competición habría supuesto una sanción ejemplar".
En ese sentido, desde la directiva del club blanco presidida por Florentino Pérez habrían exigido los audios del VAR referidos a dos de las jugadas que consideran claves en el partido -la posible expulsión y el gol anulado a Vinicius-, una reclamación que formulaban, según sus palabras, "dada la gravedad de lo sucedido".
Tras el análisis de lo sucedido en el partido contra el Espanyol, la carta profundiza más aún en el trabajo del colectivo arbitral extendiendo sus quejas mucho más atrás en el tiempo: "Este escándalo arbitral no es un caso aislado. El sistema arbitral español está completamente viciado y estructuralmente diseñado para protegerse a sí mismo".
Una acusación que extienden además al máximo estamento del fútbol español, apuntando que cuentan "con el respaldo de los Comités Disciplinarios dependientes de la propia RFEF, que se niegan sistemáticamente a sancionar a los árbitros, modificar sanciones arbitrarias y, en definitiva, mantener un sistema que ya ha sido calificado de fraudulento por la propia justicia ordinaria".
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Y es en ese momento cuando sacan a colación el 'Caso Negreira' (sin hablar específicamente de él): "Los graves problemas estructurales del arbitraje español han quedado en evidencia en los últimos años, con revelaciones que han puesto de manifiesto prácticas incompatibles con la transparencia y la imparcialidad que debe regir la competición".
Sin embargo, apuntan desde el Real Madrid en su carta, "a pesar de la magnitud del escándalo y de la erosión de la credibilidad del sistema, no se ha producido una reforma real ni una depuración efectiva de responsabilidades", por lo que exigen precisamente un cambio radical e inmediato: "El sistema arbitral debe ser renovado en su totalidad", añaden.
Una voz autorizada del mundo del arbitraje, el ex colegiado Mateu Lahoz, criticó también lo sucedido en el Espanyol vs. Real Madrid, reconociendo en 'El Partidazo' de la Cadena COPE que "ya se ponía en duda de la honestidad de los árbitros y no podemos llegar a ese punto. Tenemos que ser más serios, no podemos estar echándonos la culpa los unos a los otros".
Una opinión que vino acompañada de su particular defensa de los árbitros, culpando del mal uso del VAR a "los de arriba" y lanzando un dardo para la RFEF: "La Federación no se ampara en los árbitros, no defiende a los árbitros. (…) Considera al arbitraje una secta y le presta atención cuando le interesa". Y añadía, en la línea del Real Madrid, que "hay que cambiar todo de raíz".
Por su parte, el CTA, habría salido al paso de esta carta sin hacer autocrítica por lo sucedido y deslizando a través de una información que hizo pública el periodista Isaac Fouto en 'El Partidazo', que podrían ir a la huelga por las duras valoraciones en su contra del club blanco y las acusaciones de otros clubes.
"Sí, hay árbitros de Primera que creen que deben ir a la huelga. La huelga es o todos... algunos sí han dicho de ir, pero tienen que ser todos. Se baraja, en el ambiente se baraja. Si esto está tomando este cariz, se para la competición", aseguró el periodista.
Lo que sí ha hecho el CTA, según publicó el diario AS, es imponer un castigo a Muñiz Ruiz y a Iglesias Villanueva mandándolos 'a la nevera' sin poder arbitrar en los próximos encuentros por su errónea gestión arbitral en el partido de Cornellá, tal y como informó su presidente, Luis Medina Cantalejo, quien confirmó que otra decena de árbitros también serían sancionados.
De momento, con el ambiente más caldeado que nunca a causa de la queja formal del Real Madrid, esta misma semana, Medina Cantalejo mantendrá una reunión con clubes, La Liga y la RFEF para hablar de cómo mejorar la situación actual en el fútbol español y donde se espera que al colectivo arbitral le toque lidiar con un aluvión de ataques desde los clubes.
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