Las polémicas confesiones de Jan Ullrich, ganador del Tour de Francia 1997
Jan Ullrich aprovechaba su 50 cumpleaños para estrenar un documental en Amazon Prime donde el alemán reflexionaba sobre su vida tras retirarse del ciclismo profesional.
En una entrevista con la revista alemana Stern, el mayor rival de Lance Amstrong habló sobre los años del dopaje en el ciclismo, pero también sobre sus adicciones y la presión del deporte.
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Ullrich explicaba que, desde el principio de su carrera profesional, él entendió que tenía que doparse: "La actitud general era: si no lo haces, ¿cómo vas a sobrevivir durante una carrera? Sin ayuda, la percepción general en aquel momento era como si fueras a una lucha de pistolas armado solo con un cuchillo".
Durante casi una década, Lance Amstrong dominó el Tour de Francia, barriendo a toda la competencia… bueno, a casi toda. Un ciclista consiguió llegar al nivel del estadounidense en las etapas más difíciles del ‘Grande Boucle’. ¿Su nombre? Jan Ullrich.
Como ganador del Tour de Francia de 1997, Ullrich sigue siendo hasta la fecha el primer y único alemán en ganar la competición. En 2000, 2001 y 2003, el ciclista acabó subcampeón, siempre por detrás del estadounidense.
Aunque está considerado por muchos expertos como uno de los ciclistas con más talento de la historia, la carrera de Ullrich ha estado marcada por mucha polémica y por la entrada en rehabilitación del alemán a causa de una adicción incapacitante.
Jan Ulrrich nació el 2 de diciembre de 1973 en Rostock, Alemania, y comenzó a practicar ciclismo con 10 años. En 1987, entró en un programa de entrenamiento de élite para futuros atletas del Berlín Oriental en el club nacional, SC Dynamo Berlin.
En 1988, ganó la carrera junior de Berlín Oriental, pero cuando el club cerró al caer el muro de Berlín en 1989, el joven Ullrich se unió al RG Hamburg.
Ullrich en seguida demostró tener unas habilidades excepcionales y en 1993 se convirtió en el Campeón del Mundo Amateur en Oslo, con tan solo 20 años. Telekom vio el potencial del joven ciclista y lo reclutó como aprendiz. Allí, siguió recabando éxitos hasta acabar el tercero en la prueba por tiempos en los Campeonatos del Mundo.
A pesar de su juventud, Ullrich demostró una gran madurez y unas habilidades excepcionales. Tras acabar en 10º lugar en el Tour de Suiza de 1995, su mánager, Walter Godefroot, acordó enviarlo al Tour de Francia de 1996, a la edad de 23 años.
Esta acabó siendo una excelente decisión, ya que, en su primer Tour, el alemán superó a Miguel Induráin en la prueba por tiempos y acabó finalista de la competición por detrás de su compañero de equipo, Bjarne Riis. Fue en ese momento cuando Ullrich brilló como uno de los talentos más excepcionales del ciclismo, demostrando unas habilidades que nunca antes habían sido vistas en la prueba por tiempos.
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Al año siguiente, el alemán dominó el Tour y tomó distancia de sus rivales (sobre todo de Richard Virenque) en la montaña y en la prueba por tiempos. El ciclista impresionó a los expertos y fue comparado con Eddy Merckx, Bernard Hinault y Fausto Coppi.
Ullrich ganó el Tour de Francia en 1996, acabando 9 minutos por delante de Virenque y 14 de Marco Pantani. El alemán parecía intocable, y el mundo ya daba por iniciada la dinastía Ullrich. Con solo 23 años, Ullrich estaba en lo más alto del mundo.
Durante la pretemporada del Tour de Francia de 1998, el público descubrió otra faceta del ciclista: su falta de profesionalidad. El alemán llegó a la competición claramente con sobrepeso, algo que preocupó a la prensa.
Aun así, a pesar de su mediocre estado físico, Ullrich ganó la prueba por tiempos y se hizo con el maillot amarillo antes de llegar a los Alpes. El camino hasta la victoria parecía cómodo para el ciclista, especialmente después de lo sucedido con Festina, que acabó colocando en un margen a Virenque. ¿Quién podía detener a Ullrich?
Sin embargo, en la 15ª etapa, el alemán tuvo una caída y perdió más de ocho minutos con respecto al nuevo maillot amarillo, Marco Pantani. Aunque Ullrich acabó el Tour con victoria en tres etapas, incluyendo dos pruebas por tiempos, también se pudo ver una cara diferente del alemán, que se negaba a pasar por una fase de preparación debido a un exceso de confianza, y que acabó subcampeón por segunda vez en el Tour.
En 1999, el ciclista se repuso y consiguió ganar la Vuelta a España y el Campeonato Mundial de Prueba por Tiempos. Aunque era intocable en esta disciplina, llegó en baja forma para el Tour del año 2000, debido, una vez más, a una preparación mediocre.
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En este Tour de Francia, se vivió por primera vez la primera batalla entre Ullrich y Lance Armstrong, que acabó ganando (como todos sabemos) el estadounidense, que incluso venció al alemán en la prueba por tiempos. El ciclista de Telekom acabó siendo el subcampeón del Tour… por tercera vez.
En 2001, Ullrich llegó al Tour por primera vez en una forma excelente. El alemán contaba con un equipo fuerte y se veía capaz de vencer a Armstrong, pero el estadounidense era demasiado fuerte. Ullrich acabó subcampeón por cuarta vez.
Tras una lesión en la rodilla en 2002, Ullrich tuvo una temporada desastrosa en la que dio positivo en anfetaminas en junio y en la que admitió haber tomado éxtasis. Seguidamente, el alemán dejó Telekom y se unió al Team Costa en 2003.
En 2003, Ullrich resurgió de sus cenizas. A pesar de los problemas económicos de Team Coast, que finalmente se convirtió en Team Bianchi, el alemán llegó con ambiciones moderadas para enfrentarse al cinco veces ganador del Tour, Armstrong. Ayudado por una ola de calor, consiguió poner al estadounidense en serias dificultades, aunque, tras una épica batalla y un choque en la prueba por tiempos, Ullrich acabó de nuevo en segunda posición, un minuto por detrás de Armstrong.
En 2004, Ullrich firmó por T-Mobile, el sucesor de Telekom, pero no tuvo una buena experiencia en el Tour de ese año, ya que acabó en cuarta posición; su peor resultado en la 'Grande Boucle'.
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En 2005, volvió a disputar el Tour de Francia, aunque sufrió un choque justo antes del inicio de la competición. Ese año, sus carreras estuvieron marcadas por numerosos choques, lo que le impidieron ser un rival real para Armstrong. Ullrich acabó en tercera posición, por detrás de Ivan Basso: su séptimo pódium en un Tour de Francia.
En 2006, el alemán se presentó como el favorito del evento, ante la ausencia de Armstrong y su victoria en el Tour de Suiza. Sin embargo, Ullrich se vio involucrado en la famosa Operación Puerto, el caso de dopaje relacionado con el doctor español, Eufemiano Fuentes, y fue expulsado de la competición.
El Dr. Fuentes dijo que le había dado a Ullrich 'polvos mágicos', un producto compuesto de proteasa diseñado para eliminar cualquier rastro de EPO. Ullrich fue excluido también del T-Mobile y se retiró en 2007.
El 19 de mayo de 2014, el alemán tuvo un grave accidente de coche por conducir bajo los efectos del alcohol. Según las pruebas preliminares, Ullrich conducía a 143 km/h, más de 60 km/h por encima del límite permitido de 80 km/h, una infracción penada por las autoridades suizas con al menos un año de cárcel. El 14 de septiembre de 2017, se le otorgó una condicional de 21 meses y se le estableció una fianza de 10.000 francos suizos.
El 3 de agosto de 2018, Ullrich fue arrestado en Mallorca tras intentar forzar la entrada de la casa de su vecino y compatriota, actor y director, Til Schweiger, lo que provocó una pelea. Una semana más tarde, el alemán golpeó a una señorita de compañía y fue ingresado en un hospital psiquiátrico.
Armstrong fue a visitarle al hospital y Ullrich comenzó un programa de rehabilitación. Fue uno de los peores momentos en la vida del ciclista que finalmente pudo seguir hacia adelante. Ahora se sigue recuperando de su adicción y parece disfrutar de una vida tranquila en Mallorca con su pareja.
A raíz de la salida del documental, y su entrevista con la revista Stern, Ullrich habló abiertamente de sus adicciones: "La mezcla de whiskey y cocaína me enfriaban el corazón. Eso saca todas las cualidades malas que tienes. Te conviertes en un monstruo en muy poco tiempo. Si ya no tienes corazón, ya no eres humano".
El exdeportista también explicó por qué nunca había denunciado el sistema organizado de dopaje que existía en aquel momento: "En 2006, yo no fui capaz de hablar porque no quería ser un traidor. No quería contar medias verdades ni tampoco toda la verdad", explicaba. "Los abogados me decían: o sales y lo pones todo patas arriba, o no dices nada. Decidí hacer caso a lo segundo. Porque ponerlo todo patas arriba habría significado llevarme a gente conmigo hacia el abismo. Desde la perspectiva actual, debí haber hablado. Habría sido muy duro durante un momento, pero después la vida habría sido más fácil".
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