Escándalos racistas en el mundo del fútbol

Durante la última temporada, Vinicius Jr. ha sufrido la lacra del racismo en el fútbol. Sin embargo, el suyo no es un caso aislado: hay otros muchos y tristes ejemplos.

En delantero del Real Madrid sufre el acoso de algunos aficionados y rivales, prácticamente, desde que llegó a España. Sobre el césped, Vinicius ha recibido insultos en distintos campos, siendo lo sucedido en Mestalla (Valencia) el comienzo de un intenso debate sobre la existencia o no de racismo en el fútbol español.

El jugador del Athletic de Bilbao Nico Williams también sufrió insultos racistas de su propia afición cuando se enfrentaba al Osasuna en la Copa del Rey. El futbolista llegó a cerrar sus redes sociales ante el acoso que sufrió y aseguró en el canal de DAZN en Twitch: "No deseo a nadie que le pase lo mismo que a mí y espero que no sigan pasando estas cosas. Somos seres humanos y podemos fallar".

El hermano de Nico, Iñaki Williams, en un partido de 2020 contra el Espanyol en Cornellá, recibía los insultos de un grupo de aficionados rivales que le gritaron imitando el sonido de un mono cuando fue sustituido y salía del campo. “Somos conscientes de que si me pasase (otra vez) nos iríamos del campo y si nos dan el partido por perdido nos daría igual. Sería un puñetazo contra el racismo”, dijo.

En Italia, el belga del Inter de Milán Romelu Lukaku, en la semifinal de Copa frente a la Juventus, celebró un gol en el minuto 93 frente a los aficionados bianconeros que suponía el empate después de aguantar cánticos racistas todo el partido. Lo hizo con una mano en la frente y la otra en señal de mandar callar, gesto por el que fue expulsado.

El jugador francés recibió toda clase de insultos racistas en las redes sociales tras fallar un penalti ante el Wolverhampton en 2019, en un partido que acabó en empate. El centrocampista escribió en Twitter: “Los insultos racistas son ignorancia y solo pueden hacerme más fuerte y motivarme a luchar para la siguiente generación”.

Mario Balotelli ha sufrido varios episodios de racismo. En 2018, en Francia, su club, el Niza, denunció gritos racistas contra el delantero en un partido contra el Dijon. Lo mismo que le sucedió en 2019 y 2020 ya en Italia, en el Brescia, en partidos frente a Hellas Verona y Lazio. “No podrá ser nunca completamente italiano”, llegó a decir de él el líder de los ultras veroneses.

El jugador franco-maliense del Oporto decidió abandonar el campo en el minuto 71 de un partido del año 2020 que enfrentaba a su equipo con el Vitoria de Guimaraes harto de escuchar insultos racistas y gritos de mono.

Otro jugador que está en la memoria colectiva de todos por abandonar el terreno de juego por insultos racistas desde la grada fue Samuel Eto’o. Fue en el año 2006, en el estado de La Romareda en un partido frente al Real Zaragoza. El delantero camerunés finalmente volvió al campo y su equipo arrasó a su rival.

En 2005, el entonces defensa marfileño del Messina, detuvo un partido en el que se enfrentaban al Inter de Milán amenazando con irse cansado por los cánticos racistas que estaba recibiendo. En 2006, volvería a sufrir insultos en el estado de San Siro de nuevo proferidos por los ultras neroazzurros.

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El centrocampista ghanés nacido en Alemania se ha convertido en todo un símbolo en la lucha contra el racismo tras una carrera en la que ha sido protagonista de ataques racistas, como el que sufrió en 2013 en un amistoso entre el Milán, donde jugaba, y el Pro Patria. Cansado cogió el balón y lanzó un pelotazo, justo antes de abandonar el campo seguido por sus compañeros.

En un partido de 2018 entre Manchester City y Chelsea, el delantero citizen tuvo que aguantar durante 90 minutos insultos racistas de los aficionados de Stamford Bridge. “Sé que esto puede sonar un poco incómodo, pero la única enfermedad ahora mismo es el racismo contra el que estamos luchando”, dijo a la BBC.

Años antes, en 2006, el portero Carlos Kameni vivió en España una de las peores situaciones de su carrera como el mismo confesó en la Cadena SER: "Mi peor momento lo viví en el campo del Zaragoza en mi primer año con el Espanyol. Íbamos ganando 0-1 y me dijeron de todo, hasta el punto de que el árbitro me preguntó si quería que parase el partido”.

Los jugadores de Dijon y Amiens pararon cinco minutos durante un partido de la Ligue 1 francesa de 2019 que estaban disputando, en respuesta a los incesantes cánticos racistas que los seguidores del Dijon estaban profiriendo al defensa francés del Amiens Prince Gouano.

El brasileño llegó a Rusia en 2019 como el gran fichaje del Zenit de San Petersburgo, pero su llegada no gusto al sector más radical de su equipo, que en el momento de su debut desplegó una pancarta que decía “Gracias a los líderes por su fidelidad a las tradiciones”, criticando que se hubiera fichado al jugador brasileño.

El defensor del Real Madrid ha vivido varias situaciones denigrantes, pero la más sonada fue en 2014 cuando unos 500 radicales del Atlético de Madrid corearon la palabra ‘mono’ e hicieron sonidos simiescos contra él.

El entonces defensa central del Chelsea tuvo que aguantar en 2019 todo un partido frente al Tottenham escuchando cánticos racistas sin que se parara el encuentro a pesar de no cesar durante los 90 minutos. En abril de 2023, ya como jugador del Real Madrid, también recibió insultos racistas de los aficionados del Cádiz tras finalizar el partido de Liga que los enfrentaba.

El lateral denunció en 2020 el racismo persistente que existía, según él, en la selección francesa de fútbol. Pero su caso más conocido fue sobre el césped con Luis Suárez. Según denunció Evra, en un partido de 2011 entre Manchester United y Liverpool, el delantero uruguayo, que fue suspendido ocho partidos, le llamó “negro” reiteradamente y le dijo que lo agredía “por ser negro”.

Nunca se llegó a demostrar, pero el defensa franco-guineano del Valencia Mouctar Diakhaby aseguró que Juan Cala, también defensa del Cádiz, le llamó “negro de mi****” durante un partido que los enfrentaba en la Liga española en 2022 y que fue momentáneamente interrumpido cuando los jugadores valencianistas abandonaron el campo tras lo sucedido.

Durante un amistoso entre las selecciones de Alemania y Serbia, los internacionales alemanes fueron "insultados por un pequeño grupo de espectadores" durante el encuentro, según la Federación Alemana de Fútbol (DFB). Además de gritos como “Heil Hitler”, profirieron insultos a Sane por el color de su piel y a Gündogan por su origen turco.

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En 2011, el caboverdiano nacionalizado suizo Gelson Fernandes, que jugaba cedido en el Chievo Verona de Italia, tuvo que aguantar que rayaran su coche escribiendo la palabra 'Nigger' y defecaran a la puerta de su casa. En 2017, como jugador del Eintracht de Frankfurt alemán, le escribieron en Instagram: “Eres hijo de monos. Espero que alguien termine tu carrera. No eres realmente un suizo".

Tras el pitido final del partido de la segunda vuelta de la Liga española que enfrentaba a Levante y Atlético de Madrid en 2014, el senegalés Pape Diop pudo escuchar junto a la grada a un sector de la hinchada atlética imitando sonidos de mono, a lo que respondió con un baile. “Me gritaron mono y para quitar hierro empecé a bailar como un mono”, dijo en la rueda de prensa posterior.

El lateral del Tottenham Danny Rose sufrió numerosos insultos racistas durante un partido de Inglaterra contra Montenegro en 2019. "Estoy harto; me quedan cinco o seis años para colgar las botas y no veo el final. Ves cómo se están haciendo las cosas en el fútbol y la verdad es que solamente quiero largarme. El fútbol está politizado y, para ser honesto, no veo el momento de irme", declaró a la prensa británica.

En abril del año 2000, el delantero uruguayo Darío Silva, que por entonces militaba en el Málaga CF, agredió a un aficionado del Real Oviedo en el estadio Carlos Tartiere. Según contó a los medios, le dijo: “Negro, ¿por qué no firmas autógrafos a los niños? Todos los negros deberíais estar muertos”.

Durante un partido contra el Chelsea en su casa, Loftus Road, el defensor del Queens Park Rangers Anton Ferdinand fue gravemente insultado por el también defensa John Terry. Presuntamente le insultó, lo que a Terry le costó la capitanía de la selección inglesa, llegar a los tribunales (aunque fue declarado no culpable) y cuatro partidos de sanción.

Esta vez el afectado fue un jugador del Chelsea y sus verdugos los propios aficionados del club londinense. Con solo 21 años, Abraham falló un penalti en la Supercopa de Europa 2019 que supuso la derrota de su equipo contra el Liverpool. A través de las redes sociales le llovieron los insultos racistas, mientras su club y muchos jugadores de la Premier lo apoyaron públicamente.

El futbolista inglés, que en 2019 jugaba en el Bochum alemán cedido por el Arsenal, no pudo reprimir las lágrimas al abandonar el campo tras sufrir insultos racistas de manos de un jugador rival, Slimen Kchouk, en un partido amistoso contra el St. Gallen suizo. Así lo confirmó su entrenador, Rubin Dutt: “Jordi me dijo que lo insultó por el color de su piel. Por eso que dejó el campo completamente desolado”.

El defensa senegalés Kalidou Koulibaly, denunció en 2021 que un aficionado de la Fiorentina le llamó "mono de mi****" al acabar el encuentro que su equipo, el Nápoles, disputaba con los florentinos. En 2022 volvió a sufrir insultos racistas por parte de seguidores del Atalanta, a los que la Federación Senegalesa de Futbol (FSF) señaló como “descerebrados”.

Otro caso en Italia es el del centrocampista francés de origen angoleño Blaise Matuidi, quien, en un partido entre las Juventus y el Hellas Verona, recibió insultos racistas por parte de la afición veronesa.  Lo mismo le sucedió en 2018 y en 2019 con el Cagliari.

El defensa brasileño respondió de la mejor manera posible al ataque racista de un aficionado del Villarreal. Durante un partido disputado en 2014, desde la grada le lanzaron un plátano cuando iba a botar un saque de esquina. Alves lo cogió rápidamente, lo peló y le pegó un bocado. "Ya me lo tomo a guasa. Desgraciadamente no lo podemos cambiar, así que mejor ignorarlo. Así no podrán cumplir su objetivo", dijo.

Como a Dani Alves, a Aubameyang también le lanzaron una cáscara de plátano tras la celebración de un gol al Tottenham con la camiseta del Arsenal en 2018. El autor de la “gracia” fue arrestado por la Policía Metropolitana de Londres tras ser identificado por las cámaras de seguridad del Emirates Stadium.

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Ya en 1996, en su primera temporada como jugador del Real Madrid, Roberto Carlos vivió en racismo en sus carnes en sus dos enfrentamientos con el FC Barcelona. Seguidores culés le profirieron insultos, lo recibieron en el Camp Nou con una pancarta con un mensaje racista, mientras desde la grada le cantaban “Roberto Carlos, el p*** chimpancé” y le llegaron a rayar el coche para escribir en él la palabra “macaco”.

Lerma, centrocampista colombiano del Levante en 2018, sufrió su particular episodio racista cuando el delantero del Celta de Vigo Iago Aspas le llamo "negro de mi****" durante un partido de Liga. "Creo que estos actos de racismo no pueden existir. Creo que Aspas me ha dicho negro de mi**** y eso no puede pasar", dijo en una entrevista en la cadena beIN Sports.

El jugador de la Juventus y de la selección italiana, hijo de marfileños, se encaró con la hinchada del Cagliari en un partido de la liga italiana de 2019 después de recibir insultos racistas desde la curva norte del estadio. Y hasta allí fue tras marcar un gol en el minuto 85 para desafiar a sus acosadores poniéndose con los brazos en cruz frente a ellos.

En la recta final de uno de los partidos de Liga entre Elche y el Granada del año 2013, desde la curva del fondo sur del estadio profirieron insultos racistas, realizando “el sonido onomatopéyico del "mono" de forma reiterada”, tal y como reflejó el árbitro de aquel partido en el acta, cuando este se disponía a efectuar un saque de banda.

En un partido en el estadio de La Rosaleda entre el Málaga CF y el Real Madrid, el delantero brasileño Ronaldo Nazario lanzó una botella a la grada, según él, cansado de escuchar insultos racistas. El futbolista del equipo blanco explicó días después del incidente que no iba a consentir que insultasen a su madre.

En un gran partido de 2023 de la Serie A italiana en el que el Lecce remontó su partido frente a la Lazio para vencer por 2-1, el defensa francés Samuel Umtiti, abandonó el campo llorando tras los graves insultos racistas que recibió junto a su compañero Lameck Banda. "Solo fútbol, diversión, alegría. El resto no cuenta”, publicó después en Instagram.

De nuevo en Italia, en 2019, en un partido en el que se enfrentaban la Fiorentina y el Atalanta, el lateral izquierdo Dalbert Enrique, harto de insultos racistas, se dirigió al árbitro parando el partido durante tres minutos. A pesar de que se advirtió por megafonía de la prohibición de este tipo de actitudes, según manda el protocolo, los silbidos de los aficionados sonaron por encima haciendo inaudible el mensaje.

En un partido de la Copa Libertadores de 2014 en el que su equipo, el Cruzeiro, jugaba con los peruanos del Real Garcilaso, el centrocampista brasileño Tinga tuvo que aguantar cómo los aficionados rivales imitaban el sonido del mono y hacían cánticos racistas para provocarlo. Varios futbolistas como Neymar, Ronaldo y Ronaldinho Gaúcho le mostraron su apoyo en aquel momento.

En uno de los derbis sevillanos que se disputaron en 2013, entre el Sevilla y el Betis, el central verdiblanco Santos Paulao fue expulsado por doble amarilla y, mientras se retiraba del campo, tuvo que aguantar los sonidos de mono proferidos por los aficionados sevillistas, lo que le hizo romper a llorar. Incluso el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, aseguró sentirse "asqueado" por aquel suceso.

Estos cinco jugadores disputaron en 2004 un partido amistoso de selecciones entre Inglaterra y España en el Santiago Bernabéu, donde fueron objeto de cánticos racistas y sonidos simiescos por parte de aficionados españoles. Aquellos hechos supusieron una importante multa para la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por parte de la FIFA.

Como jugador en España de Osasuna, Leganés y Mallorca, sufrió acoso y racismo, pero su momento más tenso lo vivió ya como entrenador del Istanbul Basaksehir turco en 2020. En un partido de Champions League contra el PSG, el técnico recibió un insulto racista por parte del cuarto árbitro, lo que terminó con la suspensión del partido para reanudarlo al día siguiente con otro cuerpo arbitral.

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