No llegan buenas noticias para la joven tenista Emma Raducanu
En agosto de 2021, Emma Raducanu irrumpió en el panorama del tenis al participar en las clasificatorias del US Open, entonces una deportista prácticamente desconocida. Apenas dos semanas después, Raducanu se consagró campeona del torneo, emergiendo como una prometedora figura estelar del tenis femenino.
La tenista encadenó 10 victorias en 18 días, sin ceder un solo set y se convirtió en la primera tenista en ganar un Grand Slam desde la qualy. Además, pasó del puesto 150 al 23 en la WTA, llegando a estar la 10ª del mundo en junio de 2022, pero no terminó de despegar.
Aquel US Open fue el primer torneo que ganó como profesional y, hasta la actualidad, el único que ha ganado. Y es que, tras más de dos años y medio, las lesiones, la presión y las expectativas han superado a una Emma Raducanu que se vio desbordada por la fama.
Por aquel entonces, la tenista británica tenía 18 años y, de la noche a la mañana, pasó a ser una de las grandes estrellas de la WTA y una de las deportistas mejor pagadas del mundo.
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No en vano, en 2024, y a pesar de su sequía ganadora, Emma Raducanu se embolsó 13 millones de dólares, la gran mayoría por patrocinios, situándose como la séptima deportista mejor pagada del mundo este año. cc
Por poner en perspectiva, Emma Raducanu ha generado más ingresos por publicidad que Simone Biles, quien se ha tenido que conformar con 10,4 millones de dólares.
Nike, Wilson, British Airways, Vodafone, HSBC, Evian, Porsche, Tiffany o Dior son algunas de las firmas que están detrás de la tenista británica pero, de no conseguir remontar a nivel deportivo, podrían dejar de estarlo.
Y es que, según el doctor Rob Wilson, experto en Finanzas Deportivas, si Emma Raducanu "no comienza a ganar partidos y a llegar lejos en torneos, tendrá muchas dificultades para renegociar o renovar cualquiera de esos patrocinios".
"A veces desearía no haber ganado nunca el US Open", señalaba la tenista a 'The Sunday Times' en junio de 2023. "Era muy ingenua. En los últimos dos años me di cuenta que el circuito y su entorno no son espacios agradables y seguros", señalaba.
En lo que se refiere a su irregular carrera de los últimos años, Emma Raducanu reconocía que "tuve muchos contratiempos, uno tras otro. Mi autoestima está muy conectada a mis logros y si perdía un partido, me deprimía mucho. Estaba bajo mucha presión".
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Gran culpa de esa irregularidad ha venido por las lesiones. Especialmente duro fue 2023, cuando su temporada cerró en abril, para operarse de las dos muñecas y el tobillo izquierdo, para volver a competir en enero de 2024, donde las molestias no han cesado y ha jugado con dolor toda la temporada, aunque se ha perdido muchas citas importantes.
Eso sí, el año 2024 lo ha cerrado como 57ª en el Ranking WTA, con semifinales en el WTA 250 de Nottingham y octavos de final de Wimbledon, su mejor posición en un Grand Slam, tras ganar el US Open.
Quizás estos resultados no sean suficientes para salvar su millonario patrocinio, pero sí sean la base para seguir creciendo como tenista y volver a ser aquel vendaval maravilloso que enamoró al mundo en verano de 2021.