Dos hombres y una montaña: la verdadera historia de la conquista del Cervino
El Cervino, majestuosa y desafiante, se alza como un ícono de las montañas alpinas. Con su distintiva forma piramidal y sus imponentes picos, el Cervino cautiva tanto a los alpinistas como a los admiradores de la naturaleza. Conocido por su historia rica en hazañas y tragedias, esta montaña emblemática ha sido testigo de algunos de los momentos más memorables en la historia del alpinismo.
La ascensión hacia la cima de este icono es tan desafiante y compleja, con más de 1.500 metros de afiladas crestas, paredes verticales y salientes resbaladizos y escarpados, que resulta difícil creer que la montaña fuera escalada por primera vez hace más de 150 años.
Foto: Tiia Pakk/Pexels
Sigue siendo un desafío para muchos alpinistas. Con 4477 metros, es relativamente pequeño en comparación con los superpicos del Himalaya, como el Everest. Tampoco es la montaña más alta de Europa, título que pertenece al monte Elbrus en el Cáucaso ruso, con 5642 metros, según publica National Geographic.
La primera ascensión al Cervino marca el inicio del alpinismo moderno, según un artículo en National Geographic. Similar al Everest, su historia está llena de ego, ambición, pasión, traición, valentía y muerte.
Todo empezó con la primera ascensión del Mont Blanc en 1786, impulsada por pionero del alpinismo Horace Bénédict de Saussure. A mediados del siglo XIX, la determinación de dos hombres, Jean-Antoine Carrel y Edward Whymper, marcó el inicio de una saga de desafíos en la búsqueda de conquistar el imponente Cervino.
En 1861, Whymper (inglés) intentó contratar a Carrel (italiano) como guía para escalar el Cervino. "Jean-Antoine... era el mejor escalador que he visto nunca", escribió Whymper más tarde; "era el único hombre que se negaba tenazmente a aceptar la derrota y que seguía creyendo, a pesar de todos los desalientos, que la gran montaña no era inaccesible", según el artículo en National Geographic.
Carrel, criado en Valtournenche, Italia, siguió la tradición familiar como cazador antes de servir en la Segunda Guerra de Independencia italiana. Al regresar, decidido a conquistar la que consideraba “su” montaña, el Cervino, realizó su primer intento serio en 1860, alcanzando los 3658 metros en la cresta italiana.
El inglés Whymper, encargado de bosquejar los picos alpinos en 1860, se inició en el alpinismo y quedó cautivado por el Matterhorn, conocido como el Cervino. Desde ese momento, también se propuso ser el primero en conquistar esta impresionante montaña.
Gaston Rebuffat (en la foto a la derecha), alpinista francés de la época, escribe en su libro Los hombres y el Cervino, "Carrel veía el Cervino como una posesión que le pertenecía por derecho y los intentos de otros por conquistarlo como una usurpación de su propio territorio."Estos celos monstruosos", escribe Rebuffat, llevaron al inglés "a querer que la conquista le estuviera reservada sólo a él", según un artículo de National Geographic.
Ante la negativa de Carrel, Whymper forma una nueva cordada improvisada. En Zermatt, encuentra el experimentado alpinista escocés Charles Hudson, acompañado por el joven Douglas Robert Hadow y el destacado guía Michel Croz (en la foto). También se suman dos guías adicionales, los Taugwalder, padre e hijo, para completar el equipo según un artículo de El Mundo.
En la búsqueda de la cima del Cervino, Croz y Whymper optaron por la cumbre italiana, ligeramente más baja, mientras que Carrel y su equipo eligieron la cumbre suiza. Tras un encuentro en las alturas, Carrel se retiró. Whymper, posteriormente, reconoció el mérito de Carrel como digno conquistador de la montaña.
En 1865, tras alcanzar la cima del Cervino, el equipo descendía encordado con Michel Croz al frente. Un desafortunado resbalón de Douglas Hadow provocó una caída en cadena que arrastró a Croz, Hudson y Lord Francis Douglas al vacío. Aunque Whymper y los Taugwalder intentaron aferrarse a la montaña, la cuerda se rompió.
Tras el dramático incidente, surgen interrogantes sobre si la cuerda fue cortada intencionalmente. Whymper señala con horror que la cordada estaba atada con la cuerda más fina y menos confiable. ¿Fue esta elección premeditada, en anticipación del trágico desenlace?, señala el periódico El Mundo.
Tras la tragedia, el Times británico criticó la ascensión y cuestionó la utilidad del alpinismo, mientras que la reina Victoria consideró prohibir esta práctica. A pesar de ello, el interés por escalar el Cervino creció en toda Europa. En 1871, Lucy Walker, una aventurera inglesa, se convirtió en la primera mujer en alcanzar la cima de la montaña. Foto de una mujer escalando.
La llegada del esquí alpino en el siglo XX atrajo turistas a Suiza, transformando sus regiones montañosas gracias al legado del alpinismo. Este modelo se expandió dando origen a destinos populares como Sun Valley, Vail y Jackson Hole, así como a numerosas ciudades de montaña en todo el mundo, según informa National Geographic.
La historia del Cervino es un legado de desafío y determinación humana. Hoy en día, continúa siendo un símbolo de coraje y aventura que atrae a alpinistas de todo el mundo. Sin embargo, también nos recuerda la necesidad de convivir respetando la increíble fortaleza de la naturaleza.