El suceso que involucró a Schumacher en una investigación criminal
Michael Schumacher, reconocido como uno de los más destacados pilotos de Fórmula 1, continúa siendo hasta hoy una figura emblemática y respetada en la historia del automovilismo. Sin embargo, su trayectoria no ha estado exenta de controversias.
Uno de los momentos más polémicos de la carrera profesional de Schumacher fue el famoso choque entre él y Jacques Villeneuve durante la final de la temporada de 1997 en Jerez, España. Ese incidente no solo le costó el campeonato al piloto alemán, sino que además acabó siendo investigado por intento de asesinato.
Todo apuntaba a que la carrera final del Campeonato del Mundo de 1997 de Fórmula 1 iba a ser emocionante. Schumacher, que conducía para Ferrari, estaba inmerso en una encarnizada batalla por el título con Villeneuve, de Williams. De cara a la última carrera, Schumacher se encontraba por delante en el campeonato por tan solo un punto, es decir, que en la pista se lo jugaba todo.
En la vuelta 48 del Gran Premio de Europa, Villeneuve intentó sobrepasar a Schumacher al final de la conocida curva Dry Sack (ahora curva Dani Pedrosa). Al percibir el movimiento de su rival, Schumacher intencionadamente parece virar su coche contra el de Villeneuve.
El choque desplazó a Schumacher hasta la gravilla, poniendo fin a su participación en la carrera, mientras que Villeneuve logró continuar y finalmente asegurar la victoria del campeonato tras acabar en tercera posición.
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La naturaleza deliberada de la acción de Schumacher fue evidente en la repetición de lo ocurrido y rápidamente desató la polémica. Los más críticos le acusaron de haber demostrado una actitud antideportiva, y muchos incluso dijeron que ese movimiento había sido un intento claro de echar a Villeneuve de la carrera y hacerse con el título del campeonato.
Reflexionado sobre lo ocurrido para la revista Motor Sport Magazine en 2020, el exdirector técnico de Ferrari, Ross Brawn, arrojó algo de luz a lo que ocurrió ese día entre bambalinas.
"[Schumacher] volvió de la pista y nos decía 'tenemos que hacer que descalifiquen a Villeneuve', y yo le dije 'Michael, tienes que ver las imágenes porque me temo que no es eso lo que parece'", continuaba Brawn. "Lo vio y se quedó callado, dándose cuenta de que las cosas no habían sucedido cómo él creía desde su asiento de piloto".
Por desgracia, las cosas empeoraron para Schumacher. La FIA puso en marcha una investigación sobre el incidente, y Schumacher fue convocado a una vista disciplinar. El veredicto fue negativo: la acción de Schumacher fue catalogada como deliberada y al piloto se le arrebató la segunda posición del campeonato.
Esta fue la primera y única vez en la que un piloto de F1 ha sido descalificado por completo de una temporada por un acto así. Aunque la decisión manchó ligeramente la reputación de Schumacher, las consecuencias más graves repercutieron fuera del mundo del deporte.
Semanas después de que se produjera el incidente, comenzaron a circular rumores de que se iban a llevar a cabo acciones legales contra el piloto alemán. Diferentes medios, como The Irish Times o The Guardian, sugirieron que las autoridades españolas estaban investigando el choque como un posible "intento de asesinato".
Sin embargo, la investigación tuvo poco recorrido y no se presentaron cargos. Los expertos legales y comentaristas tampoco dieron importancia a lo ocurrido y señalaron que, aunque el movimiento de Schumacher fue peligroso, se trató de un incidente normal en el mundo de las carreras más que de un acto criminal "premeditado", tal y como informó Racing 365.
Más de dos décadas después de lo ocurrido, el choque de Jerez sigue siendo uno de los momentos más conocidos de la historia de la F1. Para Schumacher, fue sin duda un tachón en una carrera deportiva extraordinaria.
Para Villeneuve, el incidente añadió drama a una hazaña que acabó coronándole como campeón del mundo. El piloto reflexionó más tarde sobre su desconfianza hacia Michael Schumacher y sobre el incidente.
"¿Michael Schumacher? Nunca lo he respetado como persona, nunca", explicaba Villeneuve después de que el piloto alemán ganará en 2002 el Campeonato del Mundo, según recogía Autosport. "Nunca nos hemos llevado bien. Y lo que él y Ferrari han conseguido hacer este año es una burla a toda la Fórmula 1".
Villeneuve especialmente se centró en el hecho de que Schumacher intentara restarle importancia al incidente, e incluso, con una peluca rubia, que simulaba el pelo teñido de Villeneuve, posó en la fiesta poscarrera con el nuevo campeón.
"Después estuvo en todas las revistas deportivas y hacía parecer 'Oh, sí, somos amigos; yo no hice nada malo, Jacques no me odia de verdad'. Eso me cabreó realmente porque estaba usando la situación para su propio beneficio y eso no me parece bien", dijo Villeneuve, según Autosport.
Finalmente, la investigación por "intento de asesinato" no acabó en nada, pero todos seguimos teniendo en mente la osada acción de Schumacher, que en realidad nos recuerda que la F1 es un deporte de alto riesgo y que cualquier acción temeraria puede tener consecuencias terribles en el asfalto.
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