Trágica vida de excesos de Gervasio Deferr: el olímpico que parecía tenerlo todo

Historia del deporte español
Desde muy pequeño comenzó su camino en la gimnasia
Sus problemas comenzaron desde sus inicios
Lastrado por su salud mental
Un cúmulo de razones para sentirse mal
Positivo en un control antidopaje
Adiós a todos los logros obtenidos en esos meses
Perdió dos medallas mundiales, una de oro y otra de plata
Un segundo oro olímpico que no acabó con sus males
Dos malos compañeros de viaje
El problema de una excesiva autoexigencia
Sensación de derrota
Medalla agridulce y la agonía de las lesiones
El final de su carrera y el comienzo de su peor momento
Duras críticas a la Federación Española de Gimnasia
La depresión, otro nuevo enemigo
Sin razón para nada
Terrible punto de inflexión en su caída libre
En busca de una solución de la mano del COE
El gran salto
Su historia de superación, a la televisión
Nueva vida alejado de sus demonios
Historia del deporte español

Bicampeón olímpico en salto de potro en los Juegos de Sídney 2000 y Atenas 2004 y medalla de plata en suelo en Pekín 2008, Gervasio Deferr es uno de los gimnastas españoles más laureados e historia del deporte español. Una vida profesional de éxito en la que, sin embargo, ha tenido que lidiar con los demonios personales.

 

Desde muy pequeño comenzó su camino en la gimnasia

Hijo de inmigrantes argentinos que llegaron a España huyendo de la dictadura de Videla, Deferr nació en Premiá de Mar (Barcelona) el 7 de noviembre de 1980. Era un niño inquieto y muy enérgico que abrió su camino hacia la gloria deportiva desde muy pequeño.

 

Sus problemas comenzaron desde sus inicios

A los 15 años pasó ya a formar parte del equipo nacional júnior y sólo cinco años después llegaría (por primera vez) a lo más alto con su oro olímpico en Australia. Sin embargo, obviando sus éxitos deportivos de aquellos años, ya desde aquella época empezaron los problemas.

Lastrado por su salud mental

Ya entonces, los problemas de salud mental empezaron a hacer mella en él. "La primera vez que pensé en el suicidio tenía unos 15 años. Me daba asco el mundo. Y no es que esa idea haya estado rondando permanentemente por mi cabeza, pero sí que se ha cruzado por mi mente en momentos de debilidad", contó en el diario El Correo en 2023.

Un cúmulo de razones para sentirse mal

"Sentía mucho rechazo por todo. Siempre he creído que era diferente: por ser pobre, por ser hijo de padres separados y 'sudacas'. Además, como desde los 13 años vivía en el Centro de Alto Rendimiento solo, sentía mucho vacío. Nadie me entendía y yo no entendía a nadie", añadió Deferr en aquella entrevista.

Positivo en un control antidopaje

El 12 de octubre de 2002, dos años después de su primer gran éxito olímpico saltaba la noticia: Gervasio Deferr era positivo en cannabis tras someterse a un control antidopaje del Campeonato de España, resultado que volvió a repetirse en una prueba de la Copa del Mundo de París (Francia) y en el Mundial de Debrecen (Hungría), celebrados aquel mismo año.

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Adiós a todos los logros obtenidos en esos meses

La Federación Internacional de Gimnasia no tardía en confirmar el positivo de Deferr, haciendo público en febrero de 2023 que al gimnasta español le retiraban todos los logros obtenidos durante el periodo comprendido entre el 19 de octubre de 2002 (fecha del primer positivo) y el 19 de enero de 2003.

Perdió dos medallas mundiales, una de oro y otra de plata

En total fueron dos los logros que perdió por aquel episodio: una medalla de oro que había conseguido en suelo en la Copa del Mundo de París y una medalla de plata, también en la modalidad de suelo, que consiguió en el Campeonato Mundial de Debrecen.

Un segundo oro olímpico que no acabó con sus males

Sólo un año después de aquel mal trago consiguió redimirse deportivamente al conseguir su segunda medalla de oro en unos Juegos Olímpicos, los de Atenas 2004, aunque detrás de la gloria se escondía una persona con atrapada por sus problemas.

Dos malos compañeros de viaje

De forma paralela a sus éxitos, las sustancias ilegales que consumía y la bebida fueron convirtiéndose en sus compañeras de viaje, derivando en un incremento de sus problemas de salud mental. Y es que el alto grado de exigencia que se autoimpuso le marcó para llevar su vida en esa dirección equivocada.

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El problema de una excesiva autoexigencia

"En el momento en el que empecé a beber ya no pensaba en saltar, sino más bien en intoxicarme hasta que se me parara el corazón", recordó en su entrevista con el diario El Correo, mientras lamentaba que "siento que toda la vida he tenido que demostrar al mundo lo buen gimnasta o lo buena persona que soy. Y eso me agota".

Sensación de derrota

"He tenido la suerte de estar en tres Juegos Olímpicos, en los que me he sentido muy realizado. Sin embargo, siempre me he marchado un poco con la sensación de derrota. Es raro de entender, pero mi objetivo era demostrar que era el mejor del mundo en la modalidad de suelo. Nunca lo logré. Es un reproche que me acompañará toda la vida, pero ahora lo he asimilado", contaba en otra entrevista con el diario ARA.

Medalla agridulce y la agonía de las lesiones

En los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Deferr conseguiría una medalla de plata en suelo con sabor "agridulce", ya que siempre fue el gran objetivo fallido de su vida deportiva, a lo que se sumó después un auténtico calvario de lesiones y dolores en su espalda que le impedían entrenar, lo que provocó que empezara su cuesta abajo.

El final de su carrera y el comienzo de su peor momento

Sin embargo, lo peor estaba por llegar, porque, tras anunciar su retirada en 2011 –después de tres años parado sin competir-, Gervasio Deferr fue devorado por sus excesos entrando en una peligrosa espiral autodestructiva en la que la bebida y las sustancias ilegales se hicieron dueñas de su vida.

Duras críticas a la Federación Española de Gimnasia

"Cuando volví a Barcelona, me di cuenta de que delante de mí había un precipicio y no sabía hacia dónde tirar. Me habría ido bien contar con el apoyo de la Federación Española porque solo se preocupan de exprimir tu cuerpo para sacar resultados. Cuando dejas de hacerlo, les importas poco", explicó en ARA.

La depresión, otro nuevo enemigo

Ese adiós al deporte profesional terminaría derivando en una fuerte depresión contra la que también le tocó luchar: "Cuando no sabía qué hacer, me inundaba en alcohol porque era la única manera que tenía de detener mi cabeza. Estuve años así hasta que pedí ayuda y logré detener el bucle. Sufrí una depresión de caballo y una adicción a la bebida", aseguró.

Sin razón para nada

En otro encuentro televisivo en el programa ‘Lo de Évole’ de La Sexta, Deferr también habló sobre su drama en esos años posteriores a su adiós: "cuando dejo de competir, me quedo sin objetivos, pasé cuatro años inundado en alcohol y drogas porqueno encontraba la razón de nada y la única manera de parar mi cabeza era bebiendo".

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Terrible punto de inflexión en su caída libre

Un problema que llegó hasta el punto de afectar a su vida familiar, como quedó patente en el momento en el que su madre sufrió un infarto: "Mi madre se moría y yo no podía estar porque estaba ciego", lamentó en La Sexta.

En busca de una solución de la mano del COE

El infarto de su madre le sirvió entonces para abrir los ojos y ver el pozo en el que se había metido y trató de poner solución a su situación. El 14 de febrero de 2017, con la ayuda de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español(COE) ingresó de forma voluntaria en un centro de desintoxicación, donde pasó 10 meses para recuperarse.

El gran salto

En 2022, Deferr publicaría ‘El gran salto’, un libro autobiográfico escrito en colaboración con Roger Pascual y en el que cuenta su historia de superación y perseverancia: "La mayoría de la gente solo sabe de mí que gané dos oros y una plata en gimnasia y que me quitaron una medalla mundial por un porro, pero muy pocos saben el precio que pagué por la gloria y todo lo que sufrí antes y después de mi retirada", contaba en su sinopsis.

Su historia de superación, a la televisión

Una historia que también ha llegado a la televisión de la mano de Atresmedia y Diagonal que han adaptado El gran salto’ a una serie de 5 episodios creada por José Rodríguez y protagonizada por el actor Óscar Casas.

Nueva vida alejado de sus demonios

Hoy, vencidos todos los problemas, su vida ha cambiado radicalmente. Ha dejado de ser Garvasio Deferr para volver a ser ‘Gervi’, como contaba en El Mundo, y disfruta de una vida plena y tranquila al frente de un gimnasio que regenta en el barrio de La Mina de Barcelona. Un ejemplo de superación frente al lado más oscuro del deporte profesional.

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